Mi hermosa tía
Fecha: 20/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ordenar que me tuvieran lista la cuenta por si se daba tan anhelado deseo, planeando desde luego la forma en que le pediría que fuéramos a un hotel sin que lo fuera a tomar mal, y mientras, ella se quedó en la pista, muy a mi vista, mirándome siempre de forma pretenciosa, bailando, pero de una forma que no lo había hecho, ¡qué movimiento de caderas!, ¡sublime!, subía y bajaba simulando sexo, se tocaba desde las nalgas hasta el cabello, que revolvía con sus manos, pasando desde luego por su vagina y sus pechos, dándome la impresión de que se pellizcaba los pezones, y lo más cachondo de todo fue el verla morderse el labio inferior y sacar a momento la lengua en señal de sexo con los ojos cerrados, como si estuviera en una especie de transe, eso se estaba poniendo hot y mi verga casi escapaba por un costado del calzón de tan crecida que estaba, pero se puso más caliente el asunto, y era de esperarse porque llamaba mucho la atención, un tipo se le acercó para bailar con ella de la misma forma, muy cachondamente, y ahora eran ambos quienes simulaban estar teniendo sexo en la pista, imagínense lo que es para un hombre ver esas imágenes, pero ahora imagínense lo que sería que llegara una chica muy guapa, morena y de muy buen cuerpo, sexy al 100%, a cachondear con ambos; pues eso fue lo que ocurrió, a esos lugares llegan chicos y chicas de cualquier preferencia sexual a hacer ese tipo de bailes, causando sensación entre los presentes, la chica le revolvía el cabello y mi tía a su ...
... vez a ella, el tipo le tocaba las piernas y se agachaba como para besarle las nalgas, ¡que calentura Dios mío!, la morena le tocó entonces los senos y ella le retiró sus manos muy sutil y diplomáticamente, de pronto el tipo se le acercó al oído y le susurró algo, y pude apreciar en ella un gesto de incertidumbre, y acto seguido le indicó con la cabeza que no, entonces se alejó de ellos y se vino a la mesa a tomar otra copa conmigo, yo estaba anonadado, la miraba sorprendido esperando a que hablara sobre el tema, pero me quedé esperando ya que su vista se perdió en algún punto del lugar mientras bebía, muy pensativa; se terminó el trago y me pidió que nos fuéramos, yo pensaba "genial", pues como se habían dado las cosas seguramente estaría ardiendo en deseo de ser penetrada y obviamente me ahorraría la pena de pedírselo. Manejé con rumbo a la casa muy despacio, dando tiempo a que de su boca saliera la propuesta de ir a un hotel a culminar una noche fantástica, ella estaba como perdida en sus pensamientos, se le notaba que estaba en la difícil situación de tomar la decisión correcta, y cuando por fin habló sólo parafraseó que se sentía agotada y que quería llegar pronto a casa. Me quedé estupidizado, me sentía el peor imbécil del mundo, y muy, muy molesto por lo que dijo, cómo es posible que después de una noche tan alocada como ésta diga que quiere ir a casa, me lamenté por ello y deseé estar muerto ante la incredulidad que ello me provocaba. Durante el recorrido no pronunció ...