1. Mi hermosa tía


    Fecha: 20/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... confesarle mi deseo de estar con ella en la intimidad, y tomando en cuenta lo ocurrido por la mañana y lo mucho que lo disfrutó, supuse que no tendría ningún problema para convencerla ni ella de aceptar, así que le dije que sería un placer. Sé lo que están pensando porque yo también lo pensé, ella había dicho eso para poder estar juntos y terminar lo que comenzamos en el bus, o sea, cogiendo. Alrededor de hora y media tuve que esperar para que se duchara y se arreglara, pero valió la pena, pues cuando bajó pude ver a una diosa, se había vestido con una blusa roja entallada y bastante generosa en el escote de la espalda, de esas que se atan al cuello dos tiras que van desde el abdomen, tiras lo suficientemente anchas para cubrir los senos, pero que son abiertas de en medio hasta un poco arriba del ombligo, y por lo mismo no permiten usar sostén, por lo que sus pezones se le marcaban a la perfección; y un pantalón blanco de esos de tela delgada que se ajustan al cuerpo, tipo licra, y el cual casi se incrusta por completo en su raja, o sea, no disimulaba nada la forma de su bizcocho, ¡que vulva!, parecía que no traía nada debajo, pero no era así, pues cuando nos dirigíamos al auto ella caminaba delante de mi pudiendo ver que llevaba una tanga realmente diminuta, se veía perfectamente el triángulo que se forma en la parte de arriba de las nalgas, ¡wow!, que mujer – pensaba -; ella caminando delante de mí haciendo un movimiento de caderas tipo pasarela y creí por un momento, de ...
    ... hecho estoy seguro, de que lo hacía con la finalidad de excitarme, tal como lo hacía en aquellas vacaciones, y como es de esperarse, mi verga quería escapar de su prisión, es más, apostaba que terminaríamos cogiendo en un hotel. Casi habíamos llegado al bar bohemio que había dicho la llevara cuando me dijo que no quería ir allí, - al escucharla sinceramente pensé, lo deseé, que me pediría que nos fuéramos de inmediato al hotel ya que seguramente seguía caliente por lo ocurrido en el bus, así que le pregunté que entonces a dónde prefería ir, esperando la respuesta que quería oír, pero me sorprendí al escucharle decir que la llevara a un lugar en donde pudiera bailar, ya que había argumentado lo del bar bohemio por la presencia de mi madre, pues, según ella, era seguro que su hermana mayor le reprocharía diciéndole que ya no estaba para esos lugares, y pues que quería ir a bailar porque a ella le gustaba reventarse, que se sentía muy joven aún, y la verdad es que no me pareció mala idea, así que la llevé a un lugar en donde tocan música europea, del tipo "desnúdate en la pista", o sea, muy sensual. Ya en el sitio tomamos asiento y tres tragos de tequila cada quién, y bailamos a placer después, ella lo hacía muy sutilmente y yo seguía el ritmo tan sólo, pero por lo avanzado de la hora y verme en mis cinco sentidos, prefería ir a mi mesa para tomarme al menos otro par de tequilas y ver si podía con ello armarme de valor y proponerle pasar la noche juntos, y quizá aprovecharía para ...
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