1. Ella quería ir a la playa


    Fecha: 30/12/2018, Categorías: Voyerismo Sexo en Grupo Autor: ludico, Fuente: CuentoRelatos

    ... la playa. Lo miré y el girando la cabeza hacia los lados se quitó el pantalón quedando desnudo ante nosotros pero sin acercarse. Salí del coche y fui hacia el lado del copiloto donde abriendo la puerta expuse de forma definitiva a mi mujer. Me arrodillé y comencé a lamerle los pechos bajando hasta su coño que me esperaba ansioso y empapado. Mientras se lo devoraba la miraba y veía su cara desencajada que no apartaba su mirada de donde estaba nuestro invitado. Se corrió en un par de minutos con grititos y espasmos quedando agotada en el asiento. Al levantarme vi la cara de nuestro amigo congestionada mientras su mano se movía con un fuerte ritmo sobre su ya durísima polla. No quería forzar la situación con mi mujer, pero… Le dije que se incorporara un poco y me la chupara como solo ella sabía, tragándosela hasta la base de los huevos y follándose la boca, es lo que a ella más le pone… le hice una seña al invitado de que se acercara y se puso a mi lado, nuestras piernas se tocaban al no haber mucho sitio y una mano suya se posó sobre mis nalgas, aquello me hizo pegar un brinco y casi ahogo a mi mujer; mi polla creció un par de centímetros si cabe (¡uff, que sensación!). Ella me miró y vio que la otra polla estaba a escasos centímetros de su cara y yo asentí, lo estábamos deseando los tres. Agarrando la polla nueva con decisión comenzó a lamerla con ansia, con ganas. Mientras la mano de nuestro amigo ya no sólo se posaba sino que buscaba mi ano, al que yo naturalmente facilité ...
    ... en lo posible su acceso. Un dedo largo y grueso me taladro y me hizo gemir de placer y algo de dolor. Mi mujer no sabía lo que pasaba y con la polla de él en la boca me preguntaba con los ojos que qué pasaba, cogí su mano y la lleve a mi culo donde se encontró con la del dueño de la polla que se estaba tragando. Su ojos se rieron y bajo el ritmo de la mamada hasta sacársela de la boca. Hizo que me agachara y me beso para que sintiera el sabor de otra polla en su boca. Luego puso su mano detrás de mi cabeza y me fue empujando hasta que mi cabeza quedó a la altura de aquel precioso y durísimo pene. Sabía lo que tenía que hacer y sin dudarlo comencé a lamerlo suavemente mientras mi mujer también se había agachado y lamía sus huevos llenos y grandes. Así los dos, cumpliendo una de nuestras fantasías más íntimas, estábamos comiéndonos una apetitosa polla juntos. Unos movimientos en la pelvis de nuestro amigo avisaban de un final próximo por lo que paramos y nos incorporamos. Mi mujer se recostó de nuevo en los asientos y me dijo: -¡Ayúdale a que se corra encima de mí! No me lo tuvo que decir dos veces, agarrándole la polla comencé un rápido sube y baja que hizo que rápidamente comenzaran a salir fuertes y largos trallazos de semen que cayeron sobre el pecho de mi mujer, pero también algunos sobre el pelo e incluso la cara de ella que mirándonos no dejaba de acariciarse el sexo. Cuando los interminables chorros cesaron, nuestro amigo dio un paso para atrás y creí que se separaría ...