Historia de M
Fecha: 30/12/2018,
Categorías:
Transexuales
Dominación
Autor: Ser Pïter, Fuente: CuentoRelatos
... dices ¿aceptas el trato? – Asentí con la cabeza, como negarse, si mi Nella estaba dispuesta a ser mía con tal de que yo me entregara a su placer esa noche. Sin duda no entendí en toda su extensión lo que aquello significaba, pero no tarde en comprenderlo. - ¡Paula… puedes entrar! Acto seguido entro una voluptuosa rubia por la puerta, alta, de curvas espléndidas y cara de vicio, vestida con una minifalda de cuero, botas de tacón de aguja y torso desnudo, mostrando unos pechos que si no tan generosos como los de mi Nella, desafiaban de igual manera la ley de la gravedad. Mi chica me quito la mordaza y me dio un beso en la boca de campeonato, se apartó de mí y se dirigió hacia donde estaba atada la cuerda, la soltó y me bajo unos centímetros y la volvió a atar fuertemente. Se acercó a mí, pude comprobar que había quedado a la altura de su entrepierna, se inclinó y me volvió a besar. - Bien demos comienzo a la diversión – Dijo. Se quitó la braga de cuero y lo que vi me corto la respiración de golpe. Entre las piernas de Nella, apareció una polla que aun estando semierecta, era más grande y gruesa que la mía. Se la cogió la acerco y me la introdujo entera, comenzando a follarme la boca, yo estaba atado, no podía hacer otra cosa que tragarme aquel pedazo de carne, que de vez en cuando, me golpeaba la campanilla haciendo que me atragantara. Al mismo tiempo note como Paula, trajinaba en mi ano, sacando aquello que me presionaba en mi interior y sustituyéndolo por algo, más gordo y ...
... caliente, que me introdujo sin miramientos y provocándome un dolor inmenso, mi grito quedo ahogado por el falo de mi reina, entrando y saliendo de mi boca. De reojo pude comprobar que lo que Paula me introducía, no era otra cosa que su polla, más grande y gruesa que la de Nella. No me lo podía creer, mi chica y su amiga eran transexuales, como no me había dado cuenta, como me había dejado embaucar… - ¿Te gusta amor mío? – Dijo Nella, entre jadeos de placer. Yo me sorprendí, a mí mismo asintiendo con la cabeza, era cierto sin saber porque, el dolor se había transformado en placer, Paula me estaba pegando una follada de campeonato. Nella le hizo un gesto con la cabeza a su amiga y cambiaron, ahora era mi chica la que me daba por detrás, mientras la rubia viciosa hacía que me atragantara con su enorme pedazo de carne. Así estuvieron un rato, intercambiando la posición, hasta que en un momento dado, mi diosa, mi amor, me saco la polla de la boca y volvió a acercar sus labios a mi oído. - Ahora te voy a soltar, no quiero que te incorpores, te voy a poner y collar con una correa y a partir de ahora serás mi perrita sumisa. ¡Aceptas!. - Sí. - Sí ¡Que…! - Sí ¡Mi amor! - Balbucí. Sin miramiento ninguno Paula que estaba detrás de mí, me dio un fuerte golpe con la fusta. - Sí… Ama. ¡Repite! – Dijo Paula - Sí… Ama – Repetí. Paula me volvió a fustigar más fuerte. - Esto es para que no se te olvide. – Me espetó la rubia. Acto seguido Nella me bajo al suelo y entre ambas deshicieron los nudos ...