Historia de M
Fecha: 30/12/2018,
Categorías:
Transexuales
Dominación
Autor: Ser Pïter, Fuente: CuentoRelatos
... de la cuerda y quedé libre, pero aunque quisiera estaba tan entumecido, que me era imposible incorporarme y salir corriendo. Ellas se fueron de la habitación, mientras yo quede tendido, exhausto y sin capacidad alguna para asimilar como había llegado a aquella situación. Al cabo de un rato volvieron de nuevo, mi dueña llevaba consigo un collar de perro que me puso al cuello y me hizo incorporarme a cuatro patas. - Ahora toca pasear a mi linda perrita. ¿Quieres que demos un paseo? - Sí… Ama. - ¡Zas… Fustigazo al canto! Que mala baba gastaba Paula. - ¡Los perros no hablan! – Me grito la rubia. Y comenzó el paseo por la habitación. Dimos varias vueltas. Nella se detuvo y dijo: - ¿Sabes que hacen muy bien los perros? Por supuesto era una pregunta retórica y no contesté, lo hizo mi ama por mí. - Lamer… Acerco su bota a mi cara y comencé a lamer sumisamente. Al poco retiro su bota y acerco la otra y continué con mi labor. Paula mientras tanto acariciaba con la fusta mi piel, yo ya temía lo peor, se dirigió lentamente a mi retaguardia y se arrodillo. - Apuesto que esta perrita está deseando que le claven una buena polla. Introdujo un dedo en mi ano, lo saco y lo olió. - Lo que yo te diga, está deseando una buena verga en su culito respingón – Se lo dio a oler a Nella, que asintió y después me lo hizo chupar. Mi amor, mi diosa, mi Ama… se arrodilló, me cogió de los pelos e introdujo su erecto pene en la boca, comenzando a follármela, mientras Paula, me cogía de las caderas y de ...
... un pollazo me la clavaba por detrás. Así estuvieron un largo rato hasta que sentí como un líquido caliente y espeso llenaba mi ano, y acto seguido Nella hacia que me atragantara con su abundante corrida, no me permitió que me apartara por lo que me tuve que tragar toda su leche, aunque no pude con toda, y algo se me escapó por la comisura de los labios, ella me beso tiernamente compartiendo saboreando su semen de mi boca. Caí rendido a los pies de mi reina, cansado, sin fuerzas. Paula ya más calmada, con menos mala leche, se puso en cuclillas a mi lado y acaricio mi cabeza. - Bien perrita, hoy te has portado muy bien. Pronto seguiremos con tu adiestramiento y serás una perra sumisa. Ya lo veras. Ambas se fueron dejándome allí tirado, hecho unos zorros, con semen chorreando de mi dilatado y escocido ano y con el sabor salado de la corrida de mi ama y señora. Me quede totalmente dormido, henchido de felicidad. Profundamente dormido estaba, cuando mi Dueña entro en la habitación y me despertó con un cálido y tierno beso, iba vestida con una corta bata rosa de seda, abierta, dejando un generoso escote, y sin ropa interior, como puede constatar desde mi posición. Me indicó que me incorporara, me quitó la correa de perro y me condujo hasta el baño. La bañera estaba llena de agua, y espuma, me hizo un gesto para que me introdujera en ella, y así lo hice, se arrodilló a mi lado y con una esponja con gel comenzó a lavarme y asearme, quizás por el agua templada o por el placer de sus ...