Historia del chip (042): Terapia (Kim 017)
Fecha: 04/01/2019,
Categorías:
Grandes Relatos,
Dominación
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... rechistar. Si te hubieras resistido, te hubiera ofrecido éstos. Kim iba a preguntar lo del cristal. Reformuló: “Creí que eran de plástico”. Angelina negó y respondió a la vez, sin dejar de mirar las piernas desnudas de Kim: “Son de un cristal especial y adaptable, aunque sea difícil de creer. Se ajustarán a tus pies a medida que los uses, igual que tu cuerpo cambiará su postura por ellos.” —Sois fetichistas— dijo Kim aunque casi hace la pregunta. Se hubiera puesto una pinza en la boca con una pregunta más en su cráneo. No podía dejar de admitir la sabiduría de Mariona. Su mente cambiaba tan rápido como su cuerpo. Angelina la miró como extrañada de que no lo supiese a estas alturas, creyendo que había ido a la casa sabiendo a qué venia. —No sabía nada, Angelina. Me he convertido de paciente y alumna de tu madre en…— Se paró porque sintió que no se expresaría con claridad. —Nuestro animal doméstico. Eso es lo que debes ser en casa. Entre otras cosas. Sólo si lo deseas, claro. Mamá es demasiado recatada para pedírtelo. No sabes cómo ha cambiado desde que te ha conocido. Lleva demasiado tiempo entre adolescentes y pacientes. Todo esto transcurrió con las dos ya de pie. Kim mantenía los brazos levantados en vertical como Angelina le había indicado. Los ojos cerrados, expectante a ver que vestido le colocaba. Se sentía agasajada. No hubiera podido explicarlo. La vestían en el porche de una casa. Hacía frío (ya estaba acostumbrada debido a las sesiones en la sala de los ...
... servidores) y estaba casi desnuda. Dejó de hacer recuento y se centró en sentir la tela. Era suave y cálida. Nada de rozaduras infames. Quizás eso sería peor. Puede que hubiera debido de llevar el clip, la habían tocado por momentos. Decidió que era razonable. El contexto también contaba. No podía estar continuamente evaluando, era una de las reglas. Volvió al vestido. Exiguo seguro que era, y sexy como el demonio. Tan ligero como un body o una negligé. La espalda descubierta, las piernas y los... lados. Bajó los brazos y abrió los ojos. Se miró. Angelina sacó un pequeño espejo del kit de maquillaje que había traído, sabedora de que Kim se moría de ganas por verse. Como le pasaba a todas las mujeres. El espejo resultaba insuficiente así que Kim recorrió el vestido con las manos, cuidando de no tocarse. Angelina ayudó todo lo que pudo. —Es abierto a los lados, salvo un pequeño enganche que tiene justo en cada cadera. Se moverá a la menor brisa, al menor de tus gestos. Gírate. Kim se puso de puntillas y realizó un giro de 360 grados. El tejido era tan leve que se despegó en su frontal y la falda se levantó. Pero no notó mayor frescor o un cambio de aire. No entendía por qué. Por suerte, Angelina estaba tan excitada que le explicaba cada característica como si fuese un vestido de novia. —Es un polímero especial, muy parecido a la piel. Transpira casi igual. A medida que te acostumbres, no notarás que lo llevas. Ni cuando se despegue ni cuando vuelva a posarse sobre tu cuerpo. Es bastante ...