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12 horas de hace 35 años
Fecha: 11/01/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... media hora o tal vez más desde que su voz me despertó. Había perdido por completo la noción del tiempo. Volví a oír su voz decir que me diera la vuelta y me pusiera boca arriba. Igual que antes, mientras lo decía, sus manos hábilmente me volteaban. Volví a verle la cara. Le vi morder su labio inferior mientras miraba mi polla tan dura, pero no dijo nada más. Era realmente atractivo. Mi vista volvió a fijarse en su inmensa polla que ascendía como una estaca cubriendo su vientre. Volví a cerrar los ojos al sentir la fría crema y sus manos ascender desde mis tobillos hasta mis muslos y volví a abrirme de piernas. Pero su juguetona caricia continuó por mis hombros y mi pecho. Se entretuvo masajeando y acariciando mis pezones que noté tener muy duros. Siguió por mi abdomen. Siempre muy despacio, en esa caricia inacabable que me hacía perder la noción de todo. Y llegó a mi pubis. Mis piernas completamente abiertas le esperaban. Empezó jugando con mi vello y masajeó mis huevos. Yo levanté mi cintura para poder sentir de nuevo sus dedos en mi entrepierna. Quería sentirle de nuevo en mi ano. Y lo hizo muy sensualmente durante un buen rato. Yo estaba a reventar. Él apenas había rozado aún mi polla, era lo único de mi anatomía que le quedaba por tocar. En un atisbo tal vez de vergüenza o de pudor, miré a mi alrededor por si había alguien observándonos, pero nadie, absolutamente nadie en cientos de metros podía vernos. Estábamos completamente solos. Cerré de nuevo los ojos y me dejé ...
... llevar por las sensaciones. Sentí sus dos manos rodear mi pubis alrededor de mi polla pero sin tocarla aún. Y sin dejar de sentirlas sobre el vello de mi pubis noté algo muy cálido y húmedo abrazar la punta de mi polla. ¡Me la estaba chupando! Abrí los ojos porque quería verlo, y le vi agachado sobre mi tragándosela hasta el fondo. Notaba mi glande en su garganta. Sentía el calor de su lengua. La succión de sus labios en mi polla. ¡Era colosal! Una de sus manos empezó a acariciar mis huevos y la otra mi entrepierna, acercándose poco a poco a mi ano hasta que lo acarició muy suavemente mientras su lengua no dejaba de volverme loco del gusto que sentía. Noté que estaba a punto de correrme. Él también lo notó y aumentó el ritmo de la succión. Y me corrí en su boca gritando de gusto. Sí, reconozco que grité como nunca más he gritado. Tuve la sensación de estar eyaculando litros y más litros de leche que él bebió casi por completo. Quedé como muerto y él siguió unos instantes chupando mi polla hasta que quedó completamente fláciday limpia. Siempre sin decirnos nada, noté que se estiraba en la toalla a mi lado. Con una de sus manos apoyada en mi cadera. Así estuvimos un rato hasta que se levantó y dijo:"me voy a dar un baño"y noté que se iba. Abrí los ojos y me incorporé sentándome en mi toalla y vi cómo se zambullía en una ola. Le observé nadar un centenar largo de metros mar adentro y mientras lo hacía, mi cerebro empezaba a reaccionar pensando cosas como:"Me he dejado acariciar por ...