1. La verdad sobre el Padrino (primera parte)


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Incesto Autor: MadeInChile, Fuente: SexoSinTabues

    ... caderas, una y otra vez, hacia delante y hacia atrás, a un ritmo suave, a un ritmo placentero. Siento su pene entrar y salir de mí, una y otra vez, una y otra vez: me está follando, estamos follando. No lo creía, mi mente trabajaba al 100 y mi cuerpo al 1000, imágenes que no creía, mi padrino follándome, haciéndome suya, con mi familia en la misma casa ¿escucharán mis gemidos? ¿Sentirán como su hija menor, como su hermana menor está follando con su padrino?, ¿imaginan siquiera, que esos fuertes gemidos son a causa de que su hija esté follando con su padrino, le esté dando por atrás, la esté dominando? Mientras pensaba eso, mi padrino me embiste con más fuerza y ese sonido característico de las pieles al chocar, mi trasero con su abdomen…una, dos, tres, cuatro…repetitivamente, suena, suena, suena, los cuerpos chocas, el sofá cama chocar con la pared. Me empuja hacia delante, caigo completamente y quedo acostada boca abajo, el sobre mí. Siento la presión de todo su cuerpo ejerciendo sobre el mío, mi trasero rebota en el sofá cuando él me embiste, me penetra. Duele, duele, duele, me gusta. Gimo, grito, muerdo, reboto. Entre mi pelo cubriéndome un poco la vista, almohadones y ropa, abro los ojos y miro hacia la pared, veo un espejo de cuerpo completo que yacía paralelo a nosotros, veo la escena: Un hombre mayor, sobre una muchacha mucho menor, follándola bestialmente, saltando en su trasero, penetrándola, haciéndola rebotar, moviéndola una y otra vez, una y otra vez, a su ...
    ... disposición, a su ritmo. Veo como levanto mi trasero para que me penetre más profundo, más duro. Veo esa escena, siento esa escena. Me miro a los ojos, veo en mi rostro reflejado el dolor, la pasión, la sumisión, el no poder hacer nada, el poder que tiene sobre mi: yo, allí, acostada boca abajo, indefensa, mis muñecas eran presa de sus manos, mi trasero era presa de su abdomen, mi vagina, era presa de su pene. Sentía todo su cuerpo embestir al mío, sentía cada embestida, sentía los rebotes, el sudo que empezaba a rodar por mi espalda mezclado con el de él. Cerré los ojos, me dejé llevar. Embestía, embestía, hasta que empecé a sentir su voz gemir más y continuo, al punto de ahogar mis fuertes gemidos. Apretó más mis muñecas y dolió, embistió varias veces muy rápidamente y fuerte hasta que, sentí su pene enancharse un poco más y presionar todo su cuerpo sobre mí, al punto de hundirme en el sofá cama y se dio, dentro de mi vagina sentí el bombeo de su pene, ese bombeo característico, el bombeo delicioso que me decía que había eyaculado dentro mío. Bombeaba y bombeaba, sentí la calidez de aquél líquido, sentí la calidez inundarme por dentro. Su cuerpo lentamente empezaba a aletargarse, la presión ya no era la misma, nuestras respiraciones agitadas empezaban a coordinarse. El reía y sin saberlo, yo sonreía. Al sacar su pene de mí, dolió. Al separar su cuerpo del mío, sentí el frío aire que entraba por la ventana. Al acostarse a mi lado, sentí como su semen salía de mí y un delicado hilo ...