1. El metro


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mañanas la ropa interior. No sé si alguien se daría cuenta de lo que hacíamos, pero nos daba igual, no mirábamos, sólo tenía ojos para ella y nunca nos dijeron nada o nos llamaron la atención. Eso debe significar que si alguien nos pilló con "las manos en la masa" le gustó el "espectáculo", pero seguro que no le gustó tanto como a nosotros... Por la tarde volvíamos a casa agarrados de la mano, acariciándonos suavemente. Esto ocurrió todo en una semana. Cuando llegó el viernes quise hablarla para decirla que viniera conmigo el fin de semana, pero ella me miró seria y posó su dedo en mis labios. Durante toda esa semana, pese a todo lo ocurrido, no habíamos cruzado ni una sola palabra. Esa circunstancia me excitaba y me molestaba a la vez, no sabía cómo era ella, no sabría ni reconocer su voz... Empecé a plantearme esta loca historia, supuse que no la volvería a ver, que desaparecería para siempre de mi vida. Eso me entristecía mucho, enormemente, ella no quiso que la hablara y decirla cuánto me importaba, aunque no hubiéramos hablado nunca. Esa noche me la pasé en casa solo. Todos habían salido pero yo había preferido quedarme en casa y ahogar mis penas y mis locos sentimientos en alcohol, en vodka. ¿Me estoy volviendo loco?, hay una mujer que me hace sentir intensamente, que no deja de aparecer en mis sueños, que me excita con locura, de la cual me estoy empezando a enamorar y ni siquiera he hablado una sola vez con ella... es de locos. Entre esas cavilaciones me dormí con ...
    ... una borrachera tremenda. Al día siguiente estaba apático, con resaca y con pocas ganas de salir con mis amigos. Ellos me notaron muy raro, yo no les había contado nada, ni pensaba hacerlo. Insistieron sin parar hasta que lograron que estuviera listo para salir esa noche, que me recogerían ellos. Pensaba estar un rato e irme a casa, me sentía triste, había perdido algo. Visitamos los sitios de costumbre charlamos de todo un poco, como siempre. Me di cuenta de que mi vida era un poco tediosa, aunque fuera muy intensa y para mucha gente fuera divertida y excitante. Estaba necesitando un cambio, necesitaba algo más, algo que me diera la sal, un nuevo gusto por la vida. Y ese catalizador era una desconocida que se dedicaba a masturbarme en el vagón de metro delante de todo el mundo... ¡Era de locos!. Cuando ya estaba dispuesto a irme a casa sentí un perfume, familiar. -"No puede ser ella, aquí no", pensé. Pues pensé mal. Ella estaba sentada en un taburete al lado de una mesa en el pub donde ponen la música que más me gusta. Me miraba fijamente, por un momento pensé que no estaba sola, que había venido con alguien y que aquello era casualidad. Pero no, esa mirada intensa, esa mirada que me desnudaba, que me observaba directamente el alma... era inconfundible. No me lo pensé, dejé a mis amigos pasmados, me fui directamente hacia ella, despacio pero con el paso decidido, llegué junto a ella y nos besamos.. No sé cuánto duró ese beso, una eternidad. Cuando logré recuperar la respiración ...
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