El capataz y el señorito
Fecha: 22/02/2019,
Categorías:
Gays
Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues
... que lloraba amargamente por la violación que sufría, no solo por el dolor en todo su cuerpo y en su culo que lo sentía partido, sino por la rabia de que ese maldito capataz lo violara siendo el primer hombre en su vida, porque a pesar de tener 19 años, él era virgen, sí sabía que era gay, sí se aceptaba y le gustaban los hombres, pero se había estado guardando para alguien especial, para muchos era una ridiculez, pero él quería entregar su virginidad por amor y ahora estaba empalado por un hombre vil que le arrebataba su preciado tesoro y lo trataba como una puta. Bruno lamía el rostro de Ricardo y sin más sacó su verga del culo del joven que se sintió vacío y con el culo roto solo para volverla a enterrar de golpe dando inicio al mete y saca. Ricardo sentía que el alma se le iba en cada penetración que era más fuerte cada vez. Bruno: me aprietas bien chingón, que placer me das en la verga, eres una puta profesional. Con toda su experiencia, Bruno no se daba cuenta que estaba follando un culo virgen, apretado e inaugurado por él para su placer. Bruno: jamás pensé gozar tanto. ningún puto me había hecho sentir lo que tú. La caballeriza se inundó de gemidos de placer de Bruno, gritos sordos de Ricardo y sonido de dos cuerpos chocando, los huevos del capataz y las nalgas del señorito. Bruno detuvo las embestidas y sacó la verga del culo y bufando vio a su miembro ensangrentado. ya no tenía dudas, Ricardo era virgen. Bruno: después de todo si soy el primero verdá. jajajaja. lo ...
... supuse ningún culo está tan apretado si ya fue abierto. no mames, esto es lo mejor que me ha pasado. me reventé el mejor culito de este pueblo, ah huevo que sí. Ricardo odió la sonrisa triunfal del hombre que descubrió su secreto. Bruno tomó el cuerpo del joven y le dio la vuelta para ponerlo en posición de perrito. Bruno: ahora si te voy a montar como se montan a las yeguas. tú eres mi yegua y yo el semental. Ricardo sintió entrar nuevamente la verga del violador llegando hasta sus entrañas, en esa posición la penetración era más profunda y la verga dio con su próstata despertando el placer en el chico que se odió a si mismo por sentir placer y tener una erección. Bruno: ya estás gozando putita, no puedes negarlo te gusta ser violada, es tu naturaleza como yegua. En ese momento, Bruno quitó el paliacate de la boca de Ricardo y le dijo: ya de nada te sirve gritar, ya eres mía, mejor gime para tu macho. Ricardo tuvo que aceptar que el hombre tenía razón, para qué gritar si ya estaba empalado, si alguien llegaba solo vería como el joven de ciudad, estudiado y rico era penetrado por un capataz ignorante y violento, eso no debía saberlo nadie, guardaría su vergüenza para él nada más. Bruno continuaba con sus embestidas cada vez más fuerte: gime, quiero que gimas para mí, que digas mi nombre y reconozcas mi superioridad para ti. No era necesario que lo dijera, Bruno demostraba su superioridad violando a un chico de menor tamaño, era una imagen muy erótica y violenta a la vez, un ...