1. Un viaje de egresados con final feliz


    Fecha: 23/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... las botas y luego el jean. La profesora estaba realmente asustada al punto de no ofrecer la menor resistencia. Tenía unas piernas bastante delgadas pero bien torneadas que terminaban en finos tobillos y pies pequeños. Aquella noche usaba una tanguita blanca que lucía una rosa bordada sobre el pubis. Tenía el vientre chato y estando así boca arriba, resaltaban los huesos de la cadera. Trabuco le quitó la mano de la boca y Mara siguió muda. En su mirada había algo de incredulidad por lo que estaba pasando pero a la vez no era la mirada de una mujer que cree que lo que va a suceder será grave. Sergio permaneció a los pies de la cama y Felipe y yo nos sentamos a derecha e izquierda de Mara respectivamente. Todos estábamos desnudos menos Trabuco. -¿Qué me van a hacer?- preguntó la profe. -Uno de nosotros te va a coger- replicó Sergio tocándose la pija. -¡No, por favor!.pídanme otra cosa pero cogerme no, ¡soy virgen!.tengo novio, ¡por favor!- rogó mientras sus ojos se humedecieron y comenzó a llorar. -Entonces nos mamás todos- resolvió Trabuco quitándose el pantalón y el bóxer. De pronto, vimos que Martín se incorporaba con el mambo propio del porro que se había fumado solo. Estaba desnudo y su pija reducida a la mínima expresión. Cómo pudo se arrodilló a los pies de la cama y comenzó a tocar los pies de Mara, que todavía estaban cubiertos por las medias blancas de lana. Nos miramos extrañados por lo que estaba por intentar Martin. -Esto a veces funciona- dijo como el que está ...
    ... seguro de lo que hace. Quitó ambas medias y exclamó: "¡Guau! Qué hermosos piecesitos". En verdad eran muy bellos. Los dedos eran pequeños y parejos; las uñas estaban perfectamente arregladas y pintadas de color rojo carmesí. La piel era muy blanca y se veía muy suave. Martín paso las manos por los empeines y luego tocó las plantas y rodeó los talones. "Son como los pies de un bebé" concluyó mirando a cada uno de nosotros. Mara lo observaba como quien mira a un demente, cuando Martín se acercó y comenzó a besarle los pies, lentamente. Recorrió con sus labios cada palmo de ellos hasta que empezó a lamerlos. En ese instante la cara de Mara se transfiguró. Cerró sus ojos y comenzó a jadear. Nadie entendía nada, ni siquiera Bettina, que ya recuperada, acariciaba y pajeaba la enorme pija de Trabuco. De lamerlos pasó a recorrer los espacios entre los dedos con la lengua y enseguida a succionarle cada uno de los diez dedos, alternativamente. Mara no paraba de jadear y ella misma se levantó el buzo azul que decía "Egresadas 2000", para tocarse las tetas, que eran tan pequeñas, que no requerían sostén. Martín le estaba proporcionando un placer que ella jamás había imaginado que llegaría a sentir en esa parte del cuerpo. Chupaba y chupaba. Mara se estremecía de placer y por los movimientos convulsivos del vientre nos dimos cuenta que había experimentado un largo orgasmo. Bettina, rápidamente se colocó a horcajadas sobre el rostro de la profe y esta de manera automática se apoderó de su ...
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