Un viaje de egresados con final feliz
Fecha: 23/02/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... clítoris, tomándola de la cadera para acercarse la conchita de Bettina a su boca. Mientras, la petisa, se lanzó a mamarlo a Trabuco de un modo desesperado. Quería chupársela toda , pero la verga de Trabuco era tan grande que no pasaba más que la cabeza. Así y todo Bettina la sujetaba con firmeza con su pequeña mano y a la vez que succionaba lo pajeaba con vehemencia. Mara no paraba de acabar. Era un polvo tras otro junto a Bettina. -Sigan ustedes" dijo Martín que no conseguía revivir su miembro. Sin pérdida de tiempo, Felipe le quitó a Mara la tanguita, que a esta altura de los acontecimientos estaba empapada de una sustancia viscosa y amarillenta y procedió a elevarle las piernas. Lo que quedó al descubierto es la concha más hermosa que vi en mi vida. El vello estaba cuidadosamente depilado, formando un diminuto triángulo en el pubis. Los labios brillaban por la miel que los cubría y estaban entreabiertos. Sergio, Felipe y yo, de manera alternada, le dimos una feroz chupada de concha. A todo esto, Trabuco le acabó en la boca a Bettina, que le dejó el lugar para que Mara continuara chupando aquella pijaza que después de haber vaciado, aun seguía igual de dura. En menos de un minuto Trabuco volvió a acabar, esta vez en la boca de Mara que rehusó tragarse el polvo y desbordó por sus labios. Mara no podía gozar más de lo que estaba gozando. Mantenía los ojos cerrados y el cuerpo relajado. Aceptaba todo lo que se le proponía. -¿Quién se la quiere coger?- pregunto Trabuco. Nos ...
... miramos y el único que tenía la verga bien parada era Felipe, que se acostó boca arriba para que Mara se pusiera a caballo. En la cama de al lado Bettina mamaba a Martín, procurando que tuviera una erección. Entre Trabuco y yo ayudamos a Mara a subir. Trabuco la besaba y le mordía los labios mientras con Sergio le abríamos bien las piernas para la penetración. Pensar en el momento que se avecinaba hizo que la pija se me pusiera como un garrote. Felipe acomodó la punta del miembro en la conchita y deslizó a Mara hacia abajo, que pareció despertarse. Abrió los ojos, tiró la cabeza hacia atrás y se mordió la boca en un gesto de dolor. La estaca de Felipe había hecho su trabajo. Ya no era virgen: un pequeño hilito de sangre corría por los testículos de Felipe que la atrajo hacia sí y comenzó a bombearla. Mara parecía una amazona cabalgando sobre el lomo de un corcel; empezó a gozar con el dolor de aquella cogida, mientras Felipe le mordía los pezones a pedido suyo y la sujetaba contra su boca. Trabuco, que ya estaba listo para el tercer polvo, se acomodó detrás de Mara con un pie sobre la cama y el otro en el piso. Felipe intuyendo lo que se venía, paró el ritmo y Trabuco luego de salivar en el culito de Mara apoyó la cabeza de su enorme verga en el ano y presionó con tal justeza que la cabeza se perdió dentro del culo instantáneamente. -¡Nooooo..por favor!.¡noooooo!" gimió la profe, al tiempo que Felipe retomaba el ritmo y Trabuco se la ponía hasta los huevos. Una vez que se ...