1. Confidencias 11 Adrian sabe algo más que dar masajes


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... entre el público. Ya estaba metido de lleno en mi número, resultaba bonito y estaba a gusto bailando con aquellos guapos muchachos que levantaban deseos pasionales entre el público. ¿El público Adri? Aparte de usar esas máscaras, la mayoría parecían personas mayores, había unos treinta hombres, no podía contarlos, de todo tipo, gordos unos y musculosos otros, velludos, lampiños, llevaban todos ellos un simple pantaloncito corto de tela babosa donde, a los mejor dotados, se les notaba el bulto de sus excitadas vergas. Terminó nuestro número entre grandes aplausos y hasta silbidos, los chicos echaron a correr hacía la salida de la pista y volvimos a los vestuarios. En general se escuchaban risas, uno de los que me recibieron se me acercó. -Les has gustado, algunos de los aplausos eran para ti, bailas fenomenal. Y sin yo esperarlo me abrazó. –Espero que volvamos a vernos después de este día. Ahora viene otro juego en el que quizá no seas tan diestro. Vi como sonreía sarcástico. Tenían bandejas con bebidas que trajo un camarero, una bebida de color amarillo limón. -Bebe para que te relajes, lo necesitarás para lo que viene seguido. El chico hacía de mentor para mí. El sabor era diferente pero el efecto igual a las bebidas que empleaban en la casa de Eduardo, quizá más fuertes por la reacción que sentía en el cuerpo de calma y profunda laxitud y mansedumbre. -Ahora déjame que ponga esto en tu culito. Me señalaba una cajita redonda con crema incolora, me incliné dejándole expuesto ...
    ... mi culo para que me lo tocara y con los dedos metiera la crema al comienzo del recto. Al principio el anito me pareció que hervía, luego se fue suavizando y lo notaba muy relajado. -Gracias por todo lo que me ayudas. Le sujete de la muñeca para que me mirara. -No tiene importancia, me lo han encargado expresamente y conmigo también lo hizo alguien un día. Se lo volvía a agradecer con un abrazo. Volvimos a correr por el pasillo hasta la pasarela, habían colocado una escalera para que bajáramos, las luces de colores estaban apagadas y solo iluminaba la sala una suave y tenue luz. Debajo estaba colocado como un banco corrido de superficie acolchada, alguien me sujetó al descender por el brazo. -Has actuado muy bien, todos me felicitan por ti. Era la voz de Eduardo. Me dio un largo beso en los labios a la vez que me abrazaba. –Continúa así con el resto del programa, no nos falles. Me dio un pequeño azote y me envió para seguir al resto de mis compañeros. Los muchachos se habían situado delante del banco corrido y comenzaron a colocarse arrodillados, con las cabezas y los pechos sobre él asiento, ensayando una postura que yo conocía muy bien, de sumiso entregando el culo para que los machos la metan, elevando las colas y abriendo las piernas exhibiendo sus anitos a la vista de todos. Escuché una vez desconocida hablando al grupo de hombres. -Ahora podéis elegir el culo que queráis follar en primer lugar. Me había quedado unos segundos observando a mis compañeros y me di prisa para ...
«12...456...10»