LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo Duro
Voyerismo
Autor: reininblack, Fuente: xHamster
... el extraordinario placer que le provocaba el gigantescomiembro.De pronto el padre David Brown se detuvo. Estaba dentro hasta los testículos. Sus pelosrojos y crispados acosaban los orondos cachetes de las nalgas de la dama. Esta había 47 de 107recibido en el interior de su cuerpo, en toda su longitud, la vaina del cura. Entoncescomenzó un encuentro que sacudía la banca y todos los muebles de la habitación.Asiéndose con ambos brazos en torno al frágil cuerpo de ella, el sensual sacerdote setiraba a fondo en cada embestida, sin retirar más que la mitad de la longitud de sumiembro, para poder adentrarse mejor en cada ataque, hasta que la dama comenzó aestremecerse por efecto de las exquisitas sensaciones que le proporcionaba un asalto de talnaturaleza. A poco, con los ojos cerrados y la cabeza caída hacia adelante, derramé sobre elinvasor la cálida esencia de su naturaleza,El padre David Brown, entretanto, seguía accionando en el interior de la caliente vaina, ya cada momento su arma se endurecía más, hasta llegar a asemejarse a una barra de acerosólido.Pero todo tiene su fin, y también lo tuvo el placer del buen sacerdote, ya que despuésde haber empujado, luchado, apretado y batido con furia, su vara no pudo resistir más, ysintió alcanzar el punto de la descarga de su savia, llegando de esta suerte al éxtasis.Llego por fin. Dejando escapar un grito hundió hasta la raíz su miembro en el interiorde la dama, y derramé en su matriz un abundante chorro de leche. Todo había ...
... terminado,había pasado el último espasmo. Había sido derramada la última gota, y David Brown yacíacomo muerto.El lector no imaginará que el buen padre David Brown iba a quedar satisfecho con sóloeste único coup que acababa de asestar con tan excelentes efectos, ni tampoco que la dama,cuyos licenciosos apetitos habían sido tan poderosamente apaciguados, no deseaba yanuevos escarceos. Por el contrarío, esta cópula no había hecho más que despertar lasadormecidas facultades sensuales de ambos, y de nuevo sintieron despertar la llama deldeseo.La dama yacía sobre su espalda; su fornido violador se lanzó sobre ella, y hundiendosu ariete hasta que se juntaron los pelos de ambos, se vino de nuevo, llenando su matriz deun viscoso torrente.Todavía insatisfecha, la lasciva pareja continuó en su excitante pasatiempo. Esta vezDavid Brown se recostó sobre su espalda, y la damita, tras de juguetear lascivamente con susenormes órganos genitales, tomó la roja cabeza de su pene entre sus rosados labios, altiempo que lo estimulaba con toquecitos enloquecedores hasta conseguir el máximo detensión, todo ello con una avidez que acabé por provocar una abundante descarga de fluidoespeso y caliente, que esta vez inundó su linda boca y corrió garganta abajo.Luego la dama, cuya lascivia era por lo menos igual a la de su confesor, se colocósobre la corpulenta figura de éste, y tras de haber asegurado otra gran erección, se empalóen el palpitante dardo hasta no dejar a la vista nada más que las grandes bolas que ...