1. LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ


    Fecha: 07/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: reininblack, Fuente: xHamster

    ... pradera había dos a****les, un garañón y una yegua.Evidentemente el primero se había dedicado a perseguir a la segunda, hasta que consiguiódarle alcance no lejos de donde se encontraba Montse Fernández.Pero lo que más sorprendió y espantó a ésta fue el maravilloso espectáculo del granmiembro parduzco que, erecto por la excitación, colgaba del vientre del semental, y que devez en cuando se encorvaba en impaciente búsqueda del cuerpo de la hembra.Esta debía haber advertido también aquel miembro palpitante, puesto que se habíadetenido y permanecía tranquila, ofreciendo su parte trasera al agresor.El macho estaba demasiado urgido por sus instintos amorosos para perder muchotiempo con requiebros, y ante los maravillados ojos de la jovencita montó sobre la hembray trató de introducir su instrumento.Montse Fernández contemplaba el espectáculo con el aliento contenido, y pudo ver cómo, por fin,el largo y henchido miembro del caballo desaparecía por entero en las partes posteriores dela hembra.Decir que sus sentimientos sexuales se excitaron no sería más que expresar elresultado natural del lúbrico espectáculo. En realidad estaba más que excitada; sus instintoslibidinosos se habían desatado. Mesándose las manos clavó la mirada para observar contodo interés el lascivo espectáculo, y cuando, tras una carrera rápida y furiosa, el a****lretiró su goteante pene, Montse Fernández dirigió a éste una golosa mirada, concibiendo la insania deapoderarse de él para darse gusto a sí ...
    ... misma.Obsesionada con tal idea, Montse Fernández comprendió que tenía que hacer algo para borrar desu mente la poderosa influencia que la oprimía. Sacando fuerzas de flaqueza apartó losojos y reanudó su camino, pero apenas había avanzado una docena de pasos cuando sumirada tropezó con algo que ciertamente no iba a aliviar su pasión.Precisamente frente a ella se encontraba un joven rústico de unos dieciocho años, defacciones Montse Fernándezs, aunque de expresión bobalicona, con la mirada puesta en los amorososcorceles entregados a su pasatiempo. Una brecha entre los matorrales que bordeaban elcamino le proporcionaba un excelente ángulo de vista, y estaba entregado a lacontemplación del espectáculo con un interés tan evidente como el de Montse Fernández. 61 de 107Pero lo que encadenó la atención de ésta en el muchacho fue el estado en queaparecía su vestimenta, y la aparición de un tremendo miembro, de roja y bien desarrolladacabeza. que desnudo y exhibiéndose en su totalidad, se erguía impúdico.No cabía duda sobre el efecto que el espectáculo desarrollado en la pradera habíacausado en el muchacho, puesto que éste se había desabrochado los bastos calzones paraapresar entre sus nerviosas manos un arma de la que se hubiera enorgullecido un carmelita.Con ojos ansiosos devoraba la escena que se desarrollaba en la pradera, mientras que conla mano derecha desnudaba la firme columna para friccionaría vigorosamente hacia arribay hacía abajo, completamente ajeno al hecho de que un espíritu afín era ...
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