1. LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ


    Fecha: 07/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: reininblack, Fuente: xHamster

    ... aquel hombre era, no podía dejar de sobornar dealgún modo su propia conciencia por el infame trato convenido.—Sí —decía el complaciente y bondadoso tío—, los intereses de mi sobrina estánpor encima de todo, estimado señor. No es que sea imposible un matrimonio en el futuro,pero el pequeño favor que usted pide creo que queda compensado por parte nuestra —como hombres de mundo que somos, usted me entiende, puramente como hombres demundo— por el pago de una suma suficiente para compensaría por la pérdida de tan frágilpertenencia.En este momento dejó escapar la risa, principalmente porque su obtuso interlocutorno pudo entenderle.Al fin se llegó a un acuerdo, y quedaron por arreglarse Únicamente los actospreliminares. El señor Delmont quedó encantado, saliendo de su torpe y estólidaindiferencia cuando se le informó que la venta debía efectuarse en el acto, y que porconsiguiente tenía que posesionarse de inmediato de la deliciosa virginidad que durantetanto tiempo anheló conquistar.En el ínterin, el bueno y generoso de nuestro querido padre Ambrosio hacia ya algúntiempo que se encontraba en aquella mansión, y tenía lista la habitación donde estabaprevista la consumación del sacrificio.Llegado este momento, después de un festín a título de desayuno, el señor Delmontse encontró con que sólo existía una puerta entre él y la víctima de su lujuria. De lo que notenía la más remota idea era de quién iba a ser en realidad su víctima. No pensaba más queen Montse Fernández.Seguidamente dio ...
    ... vuelta a la cerradura y entró en la habitación, cuyo suave calortempló los estimulados instintos sexuales que estaban a punto de entrar en acción,¡Qué maravillosa visión se ofreció a sus ojos extasiados! Frente a él, recostado sobreun diván y totalmente desnudo, estaba el cuerpo de una jovencita. Una simple ojeada erasuficiente para revelar que era una belleza, pero se hubieran necesitado varios minutos paradescribirla en detalle, después de descubrir por separado cada una de sus deliciosas partessus bien torneadas extremidades, de proporciones infantiles; con Unos senos formados pordos de las más selectas y blancas colinas de suave carne, coronadas con dos rosáceosbotones; las venas azules que corrían serpenteando aquí y allá, que se veían al través deuna superficie nacarada como riachuelos de fluido sanguíneo, y que daban mayor realce ala deslumbrante blancura de la piel. 81 de 107Y además, ¡oh! además el punto central por el que suspiran los hombres: lossonrosados y apretados labios en los que la naturaleza gusta de solozarse, de la que ellanace y a la que vuelve: ¡la source! Allí estaba, a la vista, en casi toda su infantil perfección.Todo estaba allí menos.., la cabeza. Esta importante parte se hacia notar por suausencia, y las suaves ondulaciones de la hermosa virgen evidenciaban que para ella no erainconveniente que no estuviera a la vista.El señor Delmont no se asombró ante aquel fenómeno, ya que había sido preparadopara él, así como para guardar silencio. Se dedicó, ...
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