1. Busco madura (3): Chantaje a la madre


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus hilos, cuando llegué para visitar a mi amigovia, Euge estaba sola en casa, la muchacha había salido con el padre para no sé bien hacer qué cosas y demorarían en volver, por lo menos hasta la tarde, decidí volverme a casa pero la señora dijo: - Luis, necesito que te quedes. Creo que tenemos que hablar… - No, señora, todo bien. Yo no vi nada, yo no estuve… - Sobre eso, sobre lo que viste. Pasa, necesito hablarte. Hacía calor, el comentario que hice fue entre naif e intencionado: - Ahora no tenemos calor, el aire funciona a pleno, que buena mano tiene el técnico… Euge, que no tiene un pelo de tonta, recogió el desafío: - Bien atento eh! Me gustan los hombres así, directos, que no van con vueltas, nos vamos a entender bien. Estoy seguro que tienes tus condiciones, por eso antes que hables tengo una proposición para vos…-interrumpí - No, por favor no crea… no creas que estoy poniendo condiciones por... - Por… tu silencio… solo déjame que hable. En ese monólogo breve pero preciso refirió que: Su marido, el padre de mi amiga, es un buen tipo que el ofrece afecto y un buen pasar, que está cómoda, pero que ahora por el agravamiento de la situación de diabetes y algo cardíaco, no puede afrontar la atención que sus muchas necesidades sexuales le exigen, que el hombre trata de satisfacerla de modo manual y oral, pero que siente también la imperiosa necesidad de sentir “carne en su carne”. En ese momento fijó su vista en mi erección involuntaria, motivada por la forma de moverse y de ...
    ... contar esa intimidad tan caliente. - Esto es lo que necesito! -acarició la pija por encima. – Te propongo que me tendrás cuándo y cómo te guste si con esto! – se tocó el cuerpo desde los pechos hasta la entrepierna. -…Pago tu silencioso respeto. Prometo que no tendrás quejas. Aceptas? Dime que sí, podes tomarme ya mismo, estamos solos así que tenemos un par de horas… Eh, que decides?... La realidad de los hechos había convertido una alucinada fantasía, en un deseo a punto de concretarse. Un gesto tiene la potencia de mil palabras, me tomó de la mano y me llevó al dormitorio, el tálamo elegido en mis poluciones nocturnas. Sentados, el primer abrazo comenzar a sentir como la carne del deseo late tan cerca que se siente como propia. Tomó distancia, para desnudarse, erótico espectáculo para su joven admirador calentón, regalarle la imagen de la mujer madura que se entrega al deseo del pendejo, que aprecie el valor del deseo, demorarse un instante para llenarme los ojos de la energía erótica que emana de esta hembra tan voluptuosa. Descubrió sus abundantes senos, me los refregó en la cara, frotándose los gruesos y firmes pezones entre los labios, dándome a mamarlos, poniendo su mano sobre la verga que pugna por romper la tela del jean, llevando la mía para introducirla por debajo del elástico de la bombachita de encaje. Nos dimos una franela (faje, tocadas) de locura, los gemidos y jadeos de Euge eran algo muy especial. Me bajó el, pantalón, elogió la dureza y sobre todo el grosor ...
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