Ayudando a Mamá (01).
Fecha: 02/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... metió sólo una pequeña parte y comenzó a succionar, su boca estaba calentita y húmeda, era la primera vez que me la chupaban. No tenía idea de que se sentiría tan bien. Tenía el presentimiento de que ella aspiraría toda mi vida por la punta de mi manguera. Me dio tanto placer que casi acabo en menos de un minuto; sin embargo logré contenerme y como ella no se metía toda la verga en la boca, la agarré por la cabeza y la empujé hacia mí obligándola a tragarla completa. Naty parecía tener experiencia en esto, su lengua se movía para todos lados y me daba fuertes chupones. No pude evitar sonreír ante la idea de que mi primita me estaba haciendo un pete. Al parecer los rumores eran ciertos, la nena era bastante putita. Varios de mis amigos afirmaban que ella les había chupado la verga en algún momento, no es que desconfiara de mis amigos, pero al tenerla de rodillas ante mí, comiéndose todo mi pedazo, ya no me quedaban dudas, tenía la fama de petera muy bien ganada. Lo estaba disfrutando plenamente cuando de repente la puerta se abrió otra vez. Me quedé helado, esta vez sí era mi madre, estaba parada en el umbral, mirándome fijamente. En su rostro pude ver asombro, pero no había rastros de enojo o rabia. Naty dejó de chupármela de inmediato y giró su cabeza para mirar a la recién llegada. -Hola tía -la saludó con voz perezosa- ¿querés que te la chupe a vos también? –se oyó como una completa borracha. -No querida, gracias; por ahora no -me llamó la atención ese “por ahora...”-. Tu ...
... mamá te está esperando en la puerta, ya se fueron todos. Te recomiendo que hagas lo mismo antes de que ella venga a buscarte. -Ok, lo seguimos otro día, primito -me dedicó una extraña mueca que quería ser una sonrisa, luego se puso de pié como pudo y salió del cuarto tambaleándose. Permanecí de pie, en el mismo lugar, mirando a los ojos de mi madre, ella no parecía estar acusándome de nada; sin embargo me avergonzaba mucho haber sido sorprendido en esa situación. -Eh… mamá… yo… este -comencé a balbucear. -Está bien, hijo, no necesito que me des explicaciones. Me imaginé que esto podía pasar algún día. -¿De verdad? -La miré intrigado- No fui yo... fue ella –me defendí. -Te creo. Conozco bien a tu prima, es bastante ligerita para estas cosas. Aparentemente tu tía no se da cuenta, pero a la nena ya se la pasaron unos cuantos. Al menos vos le diste algo grande para comer a esa putita -dijo sonriendo señalando mi verga que seguía completamente dura, hice un además de cubrirme, noté que ella también estaba bastante afectada por el alcohol–. Está bien Nicolás, ni que fuese la primera vez que te veo el pitulín -a pesar de que se trataba de mi madre no podía quitar de mi cabeza las imágenes de sus actuaciones en esta noche tan extraña- Estoy agotada –dijo desperezándose; caminó en zigzag hasta mi cama y se recostó sobre ella dejando los brazos extendidos por encima de su cabeza-, pero valió la pena. Todo salió muy bien. -Así es, fue una linda fiesta. ¿Te gustó? -Sí, me encantó, superó ...