1. Ayudando a Mamá (01).


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    Ayudando a Mamá. Capítulo 01. No me sorprendió para nada la separación de mis padres, era inminente, se podía oler en el ambiente tenso en el que vivíamos día a día. Hace tres semanas ellos me avisaron que ya no estarían más juntos, sinceramente para mí fue un gran alivio. Junto con el anuncio me pidieron que tomara una decisión muy importante, preferían que sea yo quien escoja ya que, al tener dieciocho años, me consideraban un adulto que podía escoger el rumbo de su vida. Debía elegir entre irme con mi papá y quedarme junto a mi mamá. Evalué las posibilidades: mi padre siempre fue un hombre serio y autoritario con un mal humor constante. Mi madre es todo lo contrario, una mujer bella y alegre que siempre te trata con afecto y simpatía, a veces llego a pensar que nada puede deprimirla. Luego de esto no me costó nada escoger, me quedaría con mi madre. La decisión no alegró para nada a mi papá; no sabía lo había desilusionado al no escogerlo, por el aprecio que me tenía, o si solamente pretendía mostrarle a mi madre que, además de la felicidad, podía arrebatarle a su hijo. De haber sido éstas sus verdaderas intenciones, las cuales, conociéndolo, no las dudo, no tuvo éxito. Graciela, mi madre, se puso muy triste con la separación; pero intenté reconfortarla en una pequeña conversación que tuvimos, en la cual le dije que, desde mi punto de vista, ella era la mujer más hermosa del mundo, que apenas contaba con cuarenta y cuatro años y que tenía muchas posibilidades de encontrar ...
    ... a otro hombre que la hiciera feliz. Ella me reprochó que, como es mi madre no estaba siendo objetivo; sin embargo argumenté que siempre noto como los hombres la miran en la calle y se hipnotizan con su figura. Los atonta con su suave y alegre caminar. También le dije que soy consciente de que habrá mujeres mucho más bonitas, pero ella cuenta con atributos que suelen ser fijos en las fantasías masculinas: unos pechos grandes y exuberantes; una buena cintura; excelentes piernas; un cabello es largo y ondulado, de color castaño oscuro y su piel es tan blanca como la porcelana, lo cual le ayuda a disimular muy bien las arrugas. Ella se rio cuando mencioné las inevitables marcas de la edad, pero le dije que sólo lo hacía para que entienda que eso no le quitaba atractivo, en absoluto. Le dije que a mí me hubiera gustado heredar una piel tan tersa como la suya, pero en cambio la tengo algo más oscura y reseca, igual que la de mi padre. -Sos un buen chico, Nicolás –me dijo acariciando mi mano-, agradezco mucho tus palabras; pero no te preocupes por mí, no es tu responsabilidad. Una separación puede ser muy dura, pero ya voy a lograr superarla. Decidí dejar el tema allí, no quería presionarla mucho y, además, no me sentía tan cómodo hablando sobre eso con mi madre. ***** Estábamos habituándonos a nuestra nueva vida intentando mantenernos alegres, haciendo chistes a cada rato y sonriendo constantemente, como para no darle el gusto a mi padre de amargarnos la vida. La situación era un ...
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