Emilio (El rufián - 2ª parte y regreso a San José)
Fecha: 04/04/2019,
Categorías:
Gays
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... saboreó sus labios dejando ver su gran excitación. Juansi, era un tío guapo, a más no poder, y lo mismo que Emilio (en su barrio), traía de cabeza a media Almería. A Pepe y a LuisMi, también les tenía locos; aunque ya se lo habían trajinado más de una vez… Pero, en la cabeza de Juansi, esta noche, las cosas eran diferentes. Porque, si se había animado a subir, fue por volver a ver a Emilio. Y miraba a un lado y a otro, buscándolo. Mientras, se dejaba hacer por LuisMi, y observaba lo bien que se lo pasaban Pepe y Eugenio. Pero oyó gemidos que venían del fondo... y vio las siluetas de Emilio Y Dani, que follaban a saco, pero no podía ver con claridad... Y procuró estar atento. LuisMi estaba disfrutando de sus bajos, encantado... y él, dispuesto a dejarse trajinar a fondo y permitirle que hiciera todo lo que quisiera... y más. Sin embargo, no dejaría de estar pendiente de la oscuridad que ocultaba la barandilla; porque deseaba ser el causante de esos gemidos tan sentidos. Dani se levantó y salió de esa oscuridad, que había sido su cómplice... y se acercó a Pepe y al rubiales (Eugenio), al que le dio un azote en el culo; y exclamó: - ¡Guau!, qué bonito. ¿Puedo?, preguntándole a Pepe… Y Juansi se quedó mirando fijamente a ese que no podía ver con claridad… - ¿Dónde vas?, le preguntó LuisMi, agarrándole por la cintura para que no se le escapara. Juansi, que se había puesto en pie, miraba insistentemente la silueta de Emilio... Y Emilio, que descansaba, después del tremendo meneo ...
... que le había dado Dani, le vio... e intuyó el sentimiento que tenía por él, y se levantó para que pudiera verlo mejor. Juansi, por fin, pudo verlo bien... y reconociéndolo, volvió a sorprenderse, por su belleza, a pesar del cansancio que reflejaba su rostro. Se acercó y le abrazó... y se quedó un rato en silencio, sintiendo su cuerpo desnudo. Tras unos minutos, que le parecieron nada, levantó la cara para mirarle a los ojos y le dejó claro que deseaba su compañía. Pero, Emilio tuvo que hacer un dribbling más, y disculparse con él, como tantas veces había hecho; a pesar de que le sintió muy adentro. Pero no tuvo más remedio... - Estoy muy cansado, Juansi, ¡de verdad!… ¡lo siento!... Santiago se había quedado dormido en la tumbona, y solo pensó en regresar a San José. Le despertó… - ¡Vamos, Santi!, despierta, que nos vamos... … y se vistió. - Habrá taxis a estas horas? preguntó… Pero se dio cuenta de que no llevaba dinero encima. - ¡Yo os llevo!, no os preocupéis, dijo Juansi. Tengo que pasar por Almeria, a dejar a Eugenio, y no me importa acercaros a San José. Mañana descanso. El trío formado por Pepe, Eugenio y Dani, que estaban en pleno apogeo, los miraban y no daban crédito. ¡Se van en lo mejor de la fiesta!, decía Eugenio… - ¡Pues yo me quedó!, Juansi... ¿vale? Juansi, también se vistió; y se acercó a la puerta de la calle, desde donde los esperó. Emilio, cogió del brazo a Santiago; y despidiéndose de todos, salieron de la casa de LuisMi. - ¡Que lo paséis bien!, ¿vale? ...