No hay nada como una madura insatisfecha como Tere
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: cartuz, Fuente: RelatosEróticos
Ya habían pasado varios días de la última vez de Esther, con Sofí y conmigo. Durante esos días, Sofí seguía pensando en Maite y su marido. La calentaba mucho saber que eran muy sumisos, sobre todo el, que siempre dio miedo su simple presencia, no por nada en particular, pero siempre fue así. A Sofí la excitaba mucho la simple idea de dominarlos. Pero no había manera, porque tanto Maite como David, últimamente no paraban, estaban siempre fuera. Pero mientras planeábamos nuestro encuentro con ellos, Sofí me fue contando vida y milagros de muchas parejas de allí. Cosas que yo no tenía ni idea, pero que ella se enteró por su madre y por cotillear muchas veces, las conversaciones de su madre y amigas, que por lo que me contaban algunas eran muy subidas de tono. Así descubrí lo caliente que eran muchas vecinitas maduras, bueno cuando digo lo de calientes, por lo menos me refiero de palabra, luego la realidad podía ser bien distinta. Pero todo lo que me conto Sofí, hizo que me imaginara muchas situaciones, que antes veía más que lejanas y ahora las veía, no cercanas, pero si posibles. Un día mi madre me dijo, que sin falta teníamos que ir a comprarme ropa y otras cosas, ya que me iba a estudiar a Alicante, decía que no podíamos retrasarlo más. Por lo que nos tocaba al día siguiente ir temprano a comprar. Cosa que no me hacía mucha gracia, ya que suponía, toda la mañana comer por ahí y regresar tarde, que a mi madre había que conocerla. Por la tarde estando con Sofí tomando algo, ...
... aparecieron Ramón (un vecino) y mi padre, que fue verme y los dos se partían de risa. Yo en un principio pensé que sería alguna broma sobre Sofí y sobre mí, pero me equivoque. Se reían porque al día siguiente, el día de ir a comprar me tocaba ir además de con mi madre, con otra vecina que se llamaba Lola y con Tere la mujer de Ramón, riéndose me decían que me había tocado la lotería, eso me enfureció más. Ya me las imaginaba… “cuanto has crecido, eres un hombrecito ya, nos hemos enterado de que estas con Sofí…”. Sofí me había contado de Lola que la gustaba calentar por lo menos de boquilla y de Tere que estaba más salida que el pico de una plancha (un dicho muy español). Al día siguiente, con cara de resignación por mi parte, nos fuimos mi madre, Tere, Lola, Ramón, mi padre y yo hacia el metro. Que ellos vendrían con nosotros, pero no a comprar. Las mujeres iban delante y nosotros detrás, ellos iban hablando de política y yo me limitaba a mirar los culos de Lola y Tere, Lola no estaba mal, pero Tere estaba de infarto, las dos poseían buenos culos, pero la delantera de Tere era XXL. Como llevaban faldas y tacones se notaban unas piernas estilizadas, aunque Lola se movía con más gracia. Ninguna de las dos estaba para hacerlas ascos. Cuando llegamos al metro, nos enteramos de que había huelga, por lo tanto, quería decir retrasos y mucha gente. Mi padre se ofreció a ir por su coche, en ese momento y en cuestión de segundos se me ilumino la mente, mi padre y Ramón sentados delante, ...