1. No hay nada como una madura insatisfecha como Tere


    Fecha: 05/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: cartuz, Fuente: RelatosEróticos

    ... quieres. Ramón ha sido el único en todo. -Tranquila no pasa nada si ya me lo imaginaba. -No es eso, es que… -Olvídalo y aunque no ganaste yo cumpliré olvidando todo. -Espera que yo cumplo siempre, déjame un respiro. Ya estaba todo encaminado. Poco quedaba ya. Solo de pensarlo me estaba excitando. Ella sin decir nada cogió una de las bolsas y se fue a una habitación. Era imposible que tardase tanto, me imaginaba que estaría nerviosa, súper cortada e indecisa. De pronto apareció con un conjunto de color verde coral clarito. Tuve que cerrar la boca para que no me saliera el corazón por ella. El sujetador le aguantaba esas tetas de milagro. La braguita era espectacular, poco dejaba a la imaginación. Me quede cortado, todo lo que había pensado decir cuando apareciera, no me salía. Le dije que se diera la vuelta y no lo dudo cuando lo hizo, el culo era espectacular. Se notaba las horas de gimnasio. No como a Ramón que esta barrilete. Ella se volvió a dar la vuelta y me pregunto con voz cortada que me parecía. A lo que la conteste, que al final se lo diría. La di el resto de las bolsas y se las llevo. Esta vez tardo menos y apareció con la ropa de color blanco. No me pude aguantar y la dije, ves como el blanco seria él no va más. Se transparentaban los pezones oscuros y ahora bien empitonados, como el coñito que se le notaba más. Se dio la vuelta yéndose para la habitación, diciendo queda el último y promesa cumplida. Este era negro, con medias, liguero, babydoll que se ...
    ... trasparentaba todo y se veían claramente los pezones. Mi polla estaba que reventaba, para que no se fuera la hice darse la vuelta, ella decía que mejor no. Pero no tuve que insistir mucho, por detrás no había nada de tela, era una cinta que se metía entre sus nalgas, dejando el culo al aire totalmente. Sabía de sobra que la batalla estaba más que ganada, era cuestión de decidirse. Me acerque por detrás de ella, la agarre sin propasarme por la cintura, diciéndola al oído y suavemente… -Es una autentica pena. - ¿El qué? ¿A qué te refieres? -A que tu marido no sepa apreciar lo que yo estoy viendo. Lo que yo lamería, chuparía, mordería hasta empacharme, sin dejar ni un poro de tu piel libre de mi lengua, de mi boca. -Eres un exagerado un adulador. -Lo que tú digas, pero… ¿hace cuánto no te tratan y no te dan lo que tú quieres, lo que necesitas? -Tu que sabrás de lo que yo quiero o necesito. No todo es el sexo. Mientras decía esto, yo subía mis manos hasta las tetas de ella, tocándoselas por encima del babydoll. Sobando bien sus pezones, que los notaba crecer más entre mis dedos. Lamiéndola y besando su cuello desde atrás. Yo la notaba vencida. No se movía se dejaba hacer. Ahora con mi otra mano la lleve a su coñito, pegándola a la vez mi paquete a su culo. Lo tenía totalmente empapado, con esa prenda minúscula, era facilísimo tocar lo que quisiera. Ella no decía nada ronroneaba. Notaba como en cada beso, lamida que la daba en su cuello, la piel se erizaba. Muy buena señal. -Eres un ...
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