1. MATEO IV


    Fecha: 08/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Tras seis largos años me reencontraría con Mateo y eso despertaría los celos de su hermano Luca. Dibujé en mi mente incontable de veces el rostro y el cuerpo de Mateo, distintas situaciones en las que nos encontrábamos y nos besábamos apasionadamente, antes de entregarnos por completo al placer del sexo. No hubo noche en que no me tocara bajo las sabanas a solas en mi cuarto y culminara en uno o dos orgasmos, siempre pensando en la misma persona. Cuando cumplí diecisiete años de edad, esperé ansioso una llamada o algún mensaje de Mateo, pues estaba seguro que él cumpliría su promesa y así sucedió. No pasó ni una semana y había recibido un e-mail de un usuario desconocido. Era él, no cabía duda. En breves líneas decía: Pronto nos veremos, Luca te hará llegar la noticia y las indicaciones a seguir. Me es casi imposible de explicar cómo me sentí tras leer ese mensaje. Tras seis largos años me reencontraría con Mateo, el único hombre en mi corazón. Me preguntaba cómo se vería después de todo este tiempo, cuánto habían cambiado sus rasgos, no podían ser tan drásticos. A Luca, mi mejor amigo, continuaba viéndolo. Además de asistir al mismo colegio, también solía venir a casa con bastante frecuencia. Estaba de novio con una linda chica que había conocido en el Club al que iba. Aún no habían logrado intimar, ella quería que fuese perfecto. Luca me contaba todo acerca de su hermano. Fue siempre él quien me mantuvo al tanto cuando Mateo pasó un largo período en una clínica ...
    ... psiquiátrica, tras intentar suicidarse. Sucedió no mucho después de nuestros encuentros sexuales. Más pronto de lo esperado consideraron que estaba bien y le permitieron regresar a casa, con la condición de no abandonar la terapia ni mucho menos sus píldoras. A días de haber recibido el e-mail de Mateo, Luca apareció en mi casa, con nuevas noticias. Iríamos de viaje hacía el sur, más precisamente a San Martín de los Andes, un precioso lugar, donde vivían sus abuelos. La verdadera buena noticia era que Mateo nos llevaría en auto, sería increíble. Contaba con una semana para armarme con todo lo necesario para que no surgieran imprevistos. Luca se quedó a dormir en casa ese día, compartiríamos la cama, hacía mucho que no lo hacía y estábamos muy contentos por las próximas aventuras. Una vez en la tranquilidad de mi cuarto, ya de noche, nos pusimos al corriente de nuestras vidas. Luca sabía que yo era gay y nunca tuvo problema con eso. Todavía recuerdo cuando me decidí a contárselo a mis catorce años. Primero se rio, luego se puso serio y exclamó: —Lo sabía, ¡siempre me miras el bulto! Luca me comprendió desde el principio y estoy seguro que me quiso más. De pronto se volvió muy sobreprotector, se enfurecía cada vez que alguien me ofendía directa o indirectamente con respecto a mi manera de ser, defendiéndome si era necesario. Él era el chico más guapo de la clase; tenía el pelo castaño claro, espalda ancha, brazos fuertes, piernas largas y bien torneadas, un trasero firme y redondo como una ...
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