1. MATEO IV


    Fecha: 08/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... manzana. Tenía ojos verdes intensos, una dentadura envidiable que al sonreír se le iluminaba el rostro de una manera especial. La mandíbula cuadrada le daba un aire de modelo publicitario, aunque con rasgos más fuertes y masculinos. En numerosas veces lo había visto desnudo, no tenía drama en cambiarse delante de mí. Tenía un pene ideal, bien proporcionado. Incluso una tarde, se lo midió en mi presencia, pasaba fácil los dieciocho centímetros, y se doblaba ligeramente hacía su derecha. Lamentablemente se rasuraba seguido debido a que practicaba natación y competía en torneos. Un hombre sin vello púbico no tiene gracia para mí. Esa noche, no podíamos dormir y a eso de las dos de la madrugada, con el televisor encendido sin ver nada en especial, Luca se volteó a mirarme de manera picara con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo gestos de que se la chupe. No era la primera vez, con Luca teníamos esa intimidad. Su novia no lo complacía y yo era su salvación, en cierta medida. Él nunca se cansaba de decir que no era gay y que no me acercara a su culo. Solo quería que se la mame y que nadie se enterase jamás. —No quiero —dije muy serio—. Es aburrido siempre lo mismo, quiero algo distinto. No sé, inventemos una historia o algo. Luca me miro raro y pensativo. Sabía que no le estaba pidiendo que cambiemos los roles ni nada parecido. —¿Te gusta la crema batida? —preguntó y entendí enseguida. —Interesante, eso sí que es algo nuevo —comenté entusiasmado—. En la heladera hay en lata. ...
    ... Pero, vas a tener que ir a buscarla… completamente desnudo. —¡Ni loco, tus padres se pueden despertar y verme en pelotas en la cocina como un pervertido! —Es la idea, pero están dormidos —continué—. Es solo parte del juego, no seas maricón. Se levantó de la cama enseguida y se sacó los calzoncillos. Miré asombrado, no se había depilado. Tenía las pelotas bien peludas. —¿Ves, lo que hago por vos? —Exclamó mientras se tironeaba del vello rubio sobre la base del pene—. No me rasuro hace semanas, sé que te gustan los tipos peludos. —No lo puedo creer, ahora sí que pareces un hombre —dije riéndome a carcajadas. Contemplé a Luca cuando salía desnudo de la habitación en busca de la crema batida. Sus nalgas, bien apretadas y redondas, rebotaban entre sí a cada paso que daba. Sentía que me corría de solo verlo. Minutos después abrió la puerta, casi corriendo con lata en mano, apagó el televisor y se metió en la cama. Me dijo que me hiciera el dormido, cuando entró mi padre y sin encender la luz dijo en voz baja: —Se puede saber qué haces desnudo en la cocina. —Disculpe señor, tenía sed —respondió algo asustado—. Y me olvidé que no tenía nada puesto. —No quiero que duermas sin calzoncillos ni menos que te pasees por la casa en pelotas. Busca en los cajones de Exequiel si no trajiste los tuyos. Cerró la puerta y comenzamos a reírnos sin parar. Tuvimos que esperar alrededor de media hora, hasta que mi padre se durmiera y así prender el televisor y continuar con lo nuestro. Luca y yo ya no ...
«1234...»