Mi secretaria madura
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: tajin, Fuente: CuentoRelatos
Llamaron a todo el personal que iba a depender de mi a la oficina del director para hacer mi presentación, dos coordinadores, un hombre y una mujer, tres jefes de grupo cada uno, cuatro mujeres y dos hombres, todos más jóvenes que yo, sólo el coordinador estaba cerca de mi edad aunque cuatro años más joven. De cada jefe de grupo dependían cinco personas, la mayoría eran mujeres, ninguna rebasaba los 30 años. Los coordinadores y los jefes de grupo tenían cada uno, una secretaria, a mi área estaban asignadas tres secretarias, dos en la mañana y una por la tarde, las dos chicas de la mañana muy agradables, jóvenes, bonitas, la de la tarde no estaba presente porque la presentación se hizo en la mañana. Todo bien, cada uno dijo su nombre y el área a que pertenecía, acabadas las presentaciones, agradecí su presencia y pedía al coordinador me mostrara la oficina que iba a ocupar. Así lo hizo, mostrándose muy zalamero, al concluir me dijo: -lo mejor viene por la tarde. - Ah caray ¿qué es lo mejor? - Eh, perdón, esteee me refiero a que está más tranquilo porque la mayoría no regresa por las tardes. - Gracias, voy a revisar algunas cosas para ir enterándome y si tengo alguna duda los voy llamando. La mañana transcurrió sin ningún problema, llamé en varias ocasiones a los coordinadores y a los jefes para aclarar algunas dudas y a la hora de la comida, salí sin saber a dónde dirigirme, di algunas vueltas cerca del edificio, compré un sándwich y un jugo y me los comí caminando, regresé al ...
... edificio y me topé con un auténtico mujerón, cabello negrísimo, piel blanca, ojos claros, un culo de miedo enfundado en un pantalón beige entallado metido en unos botines cafés, una torera de piel color miel y una blusa de encaje blanco que dejaba a la vista un bra del mismo color, que a duras penas contenía un par de tetas colosales, todo esto lo pude apreciar porque compartimos el elevador, me coloqué detrás de ella, disfrutando de la vista de esas redondas nalgas. Para mi sorpresa bajamos en el mismo piso y me fui caminando detrás de ella sin despegar la vista de su culo que movía de una manera muy llamativa. Resulta que llevábamos el mismo rumbo, al llegar a mi oficina introdujo una llave para abrirla, sin percatarse de que iba yo atrás de ella. - Hola, le dije, soy el contador X - Hola -me dijo con una sonrisa que era capaz de abrir cualquier puerta- mucho gusto, no pensé que fuera usted mi nuevo jefe, soy Y su secretaria. - Mucho gusto, pues pase para que me platique cuáles son sus actividades. Empuje la puerta cediéndole el paso y disfrutar nuevamente de la vista que proporcionaban sus nalgas espléndidas. - Siéntese, a ver dígame ¿qué hace usted? Se sentó frente al escritorio y empezó a describir cuales eran sus actividades, era muy dada a mover las manos, a ladear la cabeza de una manera coqueta y a sonreír en todo momento, en cada movimiento sus tetas brincaban dentro del bra. Me contó que en dos meses cumpliría 40 años, que era soltera, que de lunes a viernes vivía ...