Mi secretaria madura
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: tajin, Fuente: CuentoRelatos
... hizo que la verga se me parara, bajé la mano que tenía en su cabeza y la coloque en una de sus tetas ¡la gloria! Firme, redonda, rotunda, desabotoné uno, dos, tres, cuatro botones, abrí la blusa, su pecho subía y bajaba de excitación, bajé el rostro para besar ese pecho que por fin se me mostraba, bajé la copa del bra y aparecieron frente a mi dos pezones pequeños, rosados, enhiestos, en el centro de una areola rosada también pequeña, coloqué mis labios en uno de los pezones mientras con la otra manos acariciaba el otro, ella tomó mi cabeza y echó la suya hacia atrás. Levanté mi rostro después de haber gozado ambos pezones y la llevé al sillón, la falda estaba levantada, dejando ver el inicio de sus nalgas y dos magníficas piernas enfundadas en unas medias que la hacían ver aún más excitante. Nos sentamos en el sillón y seguimos con los besos y las caricias, ella con la blusa abierta y las tetas encima del bra, la falda levantada asomando un calzoncito blanco, dejándome hacer y tocar, yo con la verga completamente parada, bajé una mano y la puse en su entrepierna, ella abrió un poco más las piernas permitiéndome tocarla completamente por encima de la braga, poco a poco sentí como se humedecía, subía y bajaba el dedo medio por en medio de su rajita, levantó un poco las piernas de modo que mi dedo recorría de su culo a su pucha libremente. Ella no se atrevía a tocarme más allá de la cabeza y el rostro, dando pequeños jadeos y suspiros. Hice a un lado su braga, y froté su ...
... clítoris haciendo que se estremeciera, metí un dedo en su pucha, sintiéndola completamente húmeda, mi dedo anular tocaba al mismo tiempo su culo, sintiendo como se abría y se cerraba cada que lo tocaba. Sin poderme contener, me puse de rodillas frente a ella, le abrí las piernas, levanté las suyas para quitarla las bragas y me prendí a su pucha, caliente, húmeda, toqué con la punta de la lengua su clítoris, haciendo que ella lanzara un gemido, pasee mi lengua por toda la hucha, metiéndola y sacándola, succionado el clítoris, ella me tomó de la cabeza de una manera desesperada, gimiendo y con un ligero temblor en las piernas, coloqué mis manos en sus nalgas ayudando a levantarse a cada embestida de mi lengua, coloqué un pulgar en la entrada de su culo y lo introduje poco a poco. Me apretó la cabeza con los mulos y lanzó un fuerte chorro que me dio en plena cara, subiendo y bajando la pelvis como si una invisible verga la estuviera penetrando. Dejé que concluyera sus espasmos y su fluido, mientras mi dedo medio se adueñaba de su culo. Una vez que acabaron los jadeos y los fluidos, me puse de pie, me saqué la ropa y le ayudé a quitarse la suya, por primera vez pude apreciar ese hermoso cuerpo sin nada que lo cubriera, sólo las medias. Me hinqué nuevamente para meterla la verga en esa posición, pero el sillón era un poco más alto, así que le pedí que se hincara en la orilla, sin ningún reparo se dio la vuelta y se hincó en la orilla del sillón colocando el rostro en el respaldo, ...