Mi secretaria madura
Fecha: 14/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: tajin, Fuente: CuentoRelatos
... dejando su espléndido culo a la altura de mi rostro. Ante esa imagen no sabía que elegir, su culo o su pucha, así que decidí que serían los dos. Antes de levantarme, metí nuevamente la lengua en la pucha, pasándola por el culo, succionando sus labios, provocando en ella nuevos jadeos. Me puse de pie, coloqué la verga en su pucha y empecé a meterla poco a poco, sintiendo el calor interno de ella y su humedad, nuevamente gemidos sordos y un movimiento de su pelvis, coloqué ambas manos sobre sus nalgas y el pulgar que ya conocía el camino en su culo, entrando y saliendo en cada arremetida. Me contuve todo el tiempo para no venirme, quería hacerlo en su culo. La hice venir dos veces, en ambas de una manera estridente, gruesos chorros de su fluido y me reservé para su culo. En la segunda venida de ella, no dejé de arremeter con la intención de conservar el deseo, hasta que dejo de gotear, saqué la verga, me hinqué detrás de ella para lamer su pucha y lubricar su culo, me incorporé y puse la verga en su culo metiendo un poco, le arranqué un grito y un espasmo. - Espera, espera, no, así no, aquí no. Me sorprendieron sus palabras. - ¿porqué? - aquí no, vamos a mi casa. - pero.., estamos aquí. - no por favor, hazlo de otra manera, aquí no Sacó mi verga de su culo y se dio la vuelta. Tomó la verga con sus manos y me dijo - En mi casa ¿sí? - ¿cuando? - ahora - pero... No he acabado - Si no la hubiera metido ahí te ayudaba a acabar, pero así no. ¿Vamos a mi casa? Yo desconcertado, ...
... molesto, frustrado, pero con ganas de acabar, le respondí que sí. Mientras nos vestíamos yo me preguntaba si valía la pena ir a su casa, y cuando la vía poniéndose las bragas, me respondí que sí, que ese culo tendría que probarlo. Me senté a la computadora para apagarla y dejar los documentos listos en el escritorio, mientras ella me acariciaba la cabeza - No te enojes, yo solo quiero que lo hagamos bien, ya se lo que quieres, es tuyo, pero quiero que sea bien limpio ¿sí? ¿no estás enojado? Esas palabras y esos pucheros me encendieron nuevamente, tomé su mano y la puse en mi verga, haciendo que la acariciara. - Ves, ella si quiere. Anda vamos. Tomé el porta trajes para no regresar con la misma ropa a hacer la presentación y salimos. Seguí su auto y en realidad vivía muy cerca de la oficina. Un edificio pequeño de departamentos, ella ocupaba un departamento en el último piso con una pequeña terraza cubierta, separada de sus vecinos del mismo piso. En el departamento, me sirvió un vaso con agua mineral diciéndome que iría a bañarse y que después lo hiciera yo. Pasados unos minutos me llamó desde su recamara diciendo que el baño estaba disponible. Entré a bañarme, tan molesto como caliente, me sentía frustrado. Salí envuelto en una toalla y ya estaba ella esperándome en la barra, con un vestido rojo, ceñido a su cuerpo que le cubría arriba de las rodillas, zapatos de tacón y medias. Me dije que si valía la pena y que por fin iba a disfrutar de ese culo. Me acerqué a ella, ya tenía la ...