La pequeña diosa del sexo
Fecha: 30/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues
... aguantado tanto conmigo… -dijo viéndome a los ojos mientras lamía desde la base hasta la punta, mordiendo el glande con medida fuerza- lo tienes rico… (Lamida)… grueso… (chupón en la punta)… pero (mordida en el tronco) no me sirve para metérmelo todo, sólo la punta… (usó el tronco para abofetearse la cara). En eso volvió Juan, aún de mal humor. Al ver que la niña me estaba regaloneando, la tomó de la cintura y la tiró en la cama de forma violenta. Ella se le quedó viendo por un minuto, asustada pero, al darse cuenta de lo que pasaba, tomó un aire burlón. _” ¿Qué pasa Juan?,… ¿no estarás celoso?, ja,ja,ja … tu sabes que me gustan los penes grandes, y tu amigo está mejor dotado … pero … no me la podría meter toda, como tú sí podrías…”, dijo para consolarlo y, comenzó a estirarse sobre la cama como una gatita caprichosa, gimiendo bajito. Pasó sus brazos por encima de su cabeza, esbozó una traviesa sonrisa en su carita y, exhibiéndose con orgullo, se revolcó sobre las sábanas, contorneando su cuerpo sobre como una cobra al acecho para, finalmente, abrir sus piernas de par en par, hasta dejarlas horizontales a sus caderitas, separó sus labios vaginales y nos (8) mostró su agujerito bien abierto, oscuro, mojadito y hediondo a mujer caliente. Juan y yo quedamos atónitos, sólo nos faltó babear como idiotas. Juan sería el primero en follarla, me quedaba claro. Yo fui a abrir las ventanas puesto que el calor se tornó insoportable dentro de la habitación. La niñita aprovechó para ...
... pedirme una bebida helada y que colocara la música que había en su celular, que resultó ser sólo de reggaetón. Cuando estuvo mas fresca se puso a bailar por toda la habitación. Era divertido y excitante verla mover su cuerpo y su lindo culito al ritmo de la frenética canción, mientras gesticulaba la letra poniendo caritas coquetas y alegres. Sentía que me enamoraba poco a poco de ésta putita. Hilda fue donde Juan, lo tomó de las manos y lo llevo hasta una esquina de la habitación, arrinconándolo. La niña le pidió a mi amigo que se agachara un poco, después se puso de espaldas a él, pegó su culo a su pene y le hizo el mas caliente perreo que he visto en mi vida. Movía la colita como una bailarina profesional, de forma coordinada y con un ritmo fuerte y perfecto, refregando el durísimo miembro de mi amigo, quien la tomaba por sus caderas e intentaba, cómicamente, seguirle el ritmo. Siguiendo el ritmo de la fuerte música, la niña estiró sus brazos llamándome. Fui hasta ella, me tomó de las manos y me hizo seña para que me agachara un poco. Con una de sus manitos agarró mi pene y lo guió hasta su vulvita, y con la otra hizo lo propio con el pene de Juan, llevándolo hasta su sabroso culo. Bailamos así, simulando una doble penetración a la niña, refregándole ambos pedazos entre sus piernas, excitándonos mas y mas. La niña movía su cuerpo con gracia y erotismo, levantaba los brazos, movía la cabeza de un lado a otro, una coqueta sonrisa se dibujaba en su preciosa carita. Yo sentía sus ...