1. Tormenta de verano (1ª parte)


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: amanuense, Fuente: xHamster

    El verano de mis dieciocho años pasé más tiempo en casa de mi amigo Pedro que en la mía propia. Nos conocíamos desde el parvulario, habíamos crecido juntos, compartiendo juegos y aprendizajes, siempre habíamos sido íntimos, hasta finalizar el instituto. Pero se anunciaba septiembre y la universidad amenazaba con separar nuestros caminos. Por eso aprovechábamos el tiempo juntos, perdiéndolo de cualquier manera, haciendo deporte, jugando a la videoconsola, charlando de ligues… No voy a decir que su familia era como si fuese su familia, pero casi. Y no puedo decir que lo fuera, porque su hermana Sara me gustaba demasiado para haberla tenido como hermana. Tiene tres años más que nosotros, 21 por aquel entonces, la piel morena y una dulce silueta, y hacía ya un tiempo que estaba perdida y secretamente enamorado de ella. Para tranquilidad de mis hormonas y desasosiego de mi corazón, aquel verano sólo tuve que aguantar un par de semanas la dulce tortura de verla en bikini y en vestiditos cortos de vida alegre, que diría la canción. Y es que a mitad de julio se había marchado a trabajar a Inglaterra con el objetivo de mejorar su inglés. Tengo que reconocer que me volvía loco pensar que, aprovechando la independencia estival, estuviera liada con cualquiera, pero al mismo tiempo, su ausencia me hacia sentir más cómodo, me permitía ser más yo.Aquella noche, como tantas otras, había terminado cenando en casa de Pedro. Ya estaba por marcharme cuando se desató una de esas típicas tormentas ...
    ... de verano. De pronto el ruido de la lluvia se vio superado por el estruendo de miles de bolas de granizo, gordas como nueces, que hicieron saltar tejas y alarmas de los coches. No era cuestión de marcharme en esas circunstancias, así que me tuve que quedar aguardando que el cielo concediera una tregua. Sin embargo, y contradiciendo al refrán, después de la tormenta, parecía llegar el diluvio. Tanto y tan fuerte llovía, que la madre de Pedro, Inma, decidió por todos que lo mejor era que pasara la noche allí. Me hizo avisar a la mía para que no estuviera preocupada, y se ofreció a preparar la habitación de su hija ausente para que durmiera en su cama.- No hace falta, no te preocupes, yo puedo dormir perfectamente en el sofá- dije. Ella insistió, pero terminé por convencerla de que no era necesario. – Además le podría sentar mal a Sara si se entera que he dormido en su cuarto.- terminé por convencerla. Tal vez hubiese estado bien dormir en su cama, sumergirme en su universo, impregnarme en su aroma, pero… sé que no tengo un espíritu tan elevado y romántico, y que lo que en realidad sucedería sería que alguna prenda de su ropa interior acabaría escondida entre las mías, alimentando primero y limpiando después, mis pajas. Así que mejor evitar tentaciones dejándolas al otro lado de la puerta, y dormir en el sofá.Después de mirar un rato la tele, llegó la hora de acostarse. Pedro se fue a su cuarto, sus padres a su habitación, y yo me quedé sólo con mi sofá. Me quité los pantalones ...
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