Tormenta de verano (1ª parte)
Fecha: 17/06/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: amanuense, Fuente: xHamster
... y la camiseta, y solo vestido con los calzoncillos, me tapé con la manta que me habían ofrecido. Seguramente hubiese estado más cómodo en la cama de Sara, pero ya no era momento de cambiar. Tenía calor, estaba incómodo, el cielo se iluminaba por el resplandor de miles de relámpagos que alumbraban más que una linterna, y el sonido de un trueno se hilaba con el siguiente hasta crear un rugido infernal. Era plena mad**gada y no podía dormir. De pronto, iluminada por la fugaz luz de un relámpago, observé una figura como fantasmagórica que avanzaba lentamente por el salón, procurando no hacer ruido.- Vaya, cuanto lo siento, ¿te he despertado?- era la voz dulce de Inma que se detuvo al sentir que me revolvía en mi lecho.- No, no se preocupe, no podía dormir- le contesté en baja voz.- Voy a la cocina, ¿quieres que te traiga un vaso de agua?- preguntó ella muy servicial.- Tranquila, ya voy yo, muchas gracias- le dije mientras me incorporaba y me cubría con la camiseta.Mientras tanto, ella siguió su camino, encendió una luz que yo seguí medio adormilado, y me encontré de pronto en la cocina. Estaba de espaldas, con zapatillas de andar por casa y un camisón de satén blanco. Sacó una botella del frigorífico y vertió el agua en dos tazas que ya tenía preparadas. Vino hacia mí, me alargó la mano con el vaso y se sentó. Yo le di las gracias y la imité sentándome al otro extremo de la blanca mesa de formica.- Hubieses estado mejor en la cama de Sara. A ella no le importaría- dijo después ...
... de apurar en un trago tres cuartas partes de la bebida.Me encogí de hombros. – Tal vez, pero es por el calor que no podía dormir- dije tras refrescarme con el agua que me había ofrecido. – ¿Usted tampoco podía dormir?- añadí.Apuró su vaso antes de contestar: - Trátame de tú, por favor. Me había dormido, pero luego he tenido unos sueños que…- dejó caer sin terminar la frase.- ¿Una pesadilla?- pregunté yo.- No, no, todo lo contrario- respondió dibujando una sonrisa en sus labios.- ¿Entonces?- volví a preguntar sin imaginar dónde terminaría llevándonos mi curiosidad.Ella resopló, rió, y mirándome a los ojos dijo: ¿no pretenderás que te cuente mis sueños eróticos, verdad?La verdad es que yo me quedé muy cortado. Era un adolescente, el sexo llenaba casi todos mis pensamientos, pero en aquel momento, compartiendo un vaso de agua con Inmaculada, la madre de mi mejor amigo, he de reconocer que me puse colorado en el acto. No es que no hubiese imaginado ni por asomo la clase de sueños que alteraban su descanso, es que ni siquiera podía imaginar que esa clase de sueños se conjugasen en el cerebro de una madre. Tal vez me hubiese fijado en otras mujeres maduras, pero nunca en Inma. No sé, era como una segunda madre, como mi tía, la conocía de toda la vida, y aunque me tratara con dulzura, yo no veía más allá pues simplemente no había nada más que ver. Era una mujer normal, de una belleza sosegada. Ni muy guapa, ni muy fea, morena, alguna cana en su media melena, un rostro corriente, que ...