La isla de los placeres mortales
Fecha: 20/06/2019,
Categorías:
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BDSM
Autor: reneamo, Fuente: CuentoRelatos
... artero ataque, el que supuestamente podría haber tenido otras consecuencias. -Por suerte no pasó a mayores, dijo el capitán. -A que se refiere capitán preguntó simulando ingenuidad la ladina rubia, sabiendo que la respuesta era de rigor y en perjuicio de la africana. -Bueno, aun así, debo avisar a mis superiores, pero, por de pronto es mi deber dejar bajo custodia a Seba como a Rouge. -Es una pena, y todo esto a poco de llegar a Spintria. Con esta acotación Ebba no quiso que la intención del capitán quedara solo en el comentario hecho. -Me parece que esta clase de conducta se está transformando en un hábito, y en tan solo un par de jornadas que llevamos de viaje, comentó el capitán. Si bien estos altercados eran censurados y castigados por la organización, eran tan solo simples nimiedades comparada con las agresiones ejecutadas durante los eventos, pero estas no eran tan solo normas antojadizas, pues tenían como finalidad resguardar la privacidad de los emplazamientos en donde se realizaban los eventos y por supuesto proteger la identidad de todos los individuos de esta secreta y encubierta sociedad que concurrían a participar y a presenciar estos espectáculos. Cualquier insignificante altercado que sobrepase los límites del entorno de estos juegos, podría llamar la atención de las autoridades de los territorios en donde ocurrieren, por lo que se señalaron estas y otras normativas, que de no ser respetadas, la organización las administrara veladamente con peculiares y ...
... disciplinarias sentencias, en donde las leyes y la autoridad del estado donde ocurran estos hechos, no tengan acceso. Cap. 3°: Seducción y secretos mortales Eran ya pasadas las once de la mañana, cuando se consiguieron apaciguar las cosas, el capitán reordenó a las invitadas en tres camarotes; en uno de ellos dispuso que se alojaran solo dos de las tres integrantes que se habían sumado a la cuadrilla esta mañana, la americana Sadie y la turca Killar, en el siguiente, se acomodarían Ebba y Paula, quienes gustosamente accedieron al lugar asignado, y en un tercer camarote, con un guardia estable, quedaron relegadas Seba y Rouge, previendo así cualquier probable incidente en el futuro. Y como era su navío, ejerció toda su autoridad, revisando todas las pertenencias de las mujeres, por si encontraban algún tipo de arma, ya sea de fuego, o cortante, lo cual no era muy extraño que cargaran estas “señoritas”. Aunque quedaba solo una breve, y última jornada de travesía, lo cual el capitán les informó, diciéndoles, que mañana muy temprano, probablemente de madrugada, estarían arribando a su destino final, a la isla “Spintria”, siempre y cuando no se presentara ningún contratiempo. Lo que quedaba de la mañana, transcurrió con relativa normalidad, excepto por la natural tensa quietud que se respiraba en el ambiente, sobre todo cada vez que Rouge se cruzaba con Paula, que no fueron más de un par de ocasiones por fortuna, de todas formas, se programaron las actividades para impedir estos ...