1. La isla de los placeres mortales


    Fecha: 20/06/2019, Categorías: Otras Categorías, BDSM Autor: reneamo, Fuente: CuentoRelatos

    ... compartía con sus asociados, en estas clandestinas funciones encubiertas como competencias deportivas. Las dos mujeres dada su intimidante indumentaria, no tuvieron problema en hacerse cargo de la custodia de Rouge y Seba, conduciéndose con hosca y agresiva actitud, apoyadas por Manuel y Hans, las que fueron trasladadas a su lugar de reclusión, en un sector de la villa, al final de un extenso pasillo; el cual tenía por ambos lados apartamentos, cuatro mayores a un lado y siete menores por el otro. Entorno en el cual debió existir originalmente un antiguo “fuerte”, y después posiblemente un refugio para marinos, sobre cuyas antiguas ruinas se levantó esta villa. El recinto en que acabaron detenidas estaba aislado de las demás habitaciones, era un calabozo frente a un jardín que se erguía entre unas rocas, sobre las cuales unas escalinatas de piedra caliza subían hasta los aposentos privados de Karl y Kim, en los cuales, un vigilante armado cuidaba el ingreso; un fornido eunuco africano, al que llamaban “Lothar“, el que también hacía las veces de valet incondicional y guardaespaldas personal de Kim. A un costado del parterre se ubicaba el salón de los “Eventos” que daba frente al mar, el cual le había descrito detalladamente Ebba en algún momento a la muchacha latina. Rouge y Seba recluidas y vigiladas por las guardianas La escandinava le explicó a Paula que los cuatro apartamentos mayores eran ocupados por las participantes “Superiores”, unas seis que por lo general asistían a ...
    ... los torneos, el mejor y el más grande para las más privilegiadas, los otros siete que dan al frente son ocupados por participantes “inferiores” o “ratas”, y por el personal de servicio, pero solo durante el periodo que duran los juegos. -Al final del pasillo frente al jardín y al lugar de reclusión, están las habitaciones de los invitados, o bien de los Dirigentes deportivos, decía esto la rubia mientras se desvestía para tomar una ducha. -Quítate tú la ropa también Paula bañémonos juntas. -¿No es algo pequeña la ducha de este baño como para las dos?, le dijo Paula -Hay que ahorrar agua, pues es escasa, “Dijo Ebba en tono de humor, con una risita”. El comentario implicaba una situación real, puesto que en estas pequeñas islas, es muy escaso el preciado líquido y el que sacan de los pozos, junto a las pocas lluvias que caen en esta parte del año, alcanzan tan solo para el consumo de un pequeño grupo de personas, por lo que deben traerla, entre otras provisiones; en lanchones cisternas de manera regular, para distribuirla por medio de bombas y ductos desde el dique a unos estanques, durante al menos los meses más calurosos, más todavía cuando a esta isla llegan un mayor número de personas para estos eventos de las que comúnmente habitan en ella. Esta misma explicación que le dio Ebba a Paula para ilustrar en qué condiciones se desarrollan esta y otras actividades en las islas mediterráneas en cuanto a la escasez del agua, aun cuando poco o nada le importaba, le sirvió más bien ...
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