1. las siete vidas del gato - El mecánico de mi moto


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Gays Autor: relatosdesexgay, Fuente: SexoSinTabues

    ... bolsillo de su camisa, pero viendo su intención no lo dejé y me la lleve a la boca acabando de masajearla sin hacer caso de su negativa: estaba decidido a tragarme toda aquella leche. Alejo se estaba corriendo dando espasmos, y note los borbotones de semen que entraban en mi boca. Intenté tragarlos, pero en menos de un segundo mi boca se había llenado, y es que Alejo estaba teniendo una corrida tremenda, no paraba de echar leche, tuve que dejarla salir por la comisura de los labios, y al acabar tenía toda mi boca llena entre leche y verga y le había puesto a Alejo los pelos y huevos todos pringados. Él estaba rojo como un tomate y los ojos también le lloraban, le había encantado. se quedó callado y reposando mientras yo acababa de comer el semen de sus pelos y bajo vientre, intentando dejarlo lo más limpio que podía. Nos miramos, nos sonreímos, le di un abrazo y un beso largo y nos dispusimos a vestirnos. "Estos calzoncillos están para tirarlos " oí decir a Alejo refiriéndose a que chorreaban de sudor y sucios, con fuerte olor. Se puso solo los pantalones, pero al ver que quería tirar los calzoncillos le detuve: Quería quedarme con aquel tesoro para mí. Él ...
    ... sonrió y nos besamos de nuevo por última vez. El viaje de vuelta a mi casa acabó y tras dejarme me dijo que dentro de dos días tendría la moto lista, que pasara a recogerla por la tarde y no tuviera mucha prisa en volver a casa. Complacido pasé todo el día siguiente pensando en él, haciéndome pajas como un loco, deseando que llegara el jueves tarde. Cuando al fin llegó el día, me dirigí en el bus hasta la parada más cercana al taller, y andando llegué hasta él justo cuando pasaban cinco minutos de las seis, a tiempo de ver como los ayudantes se marchaban. . . El reencuentro con Alejo fue genial. Y solo me resta por contarles que cada nada tenía que pasar por el taller porque me inventaba ruidos en la moto y requería mantenimiento por parte de mi mecánico personal. Un día mi padre, llego con la noticia que había hecho la solicitud para comprarme un carro que por que él se dio cuenta que mi moto molesta mucho y que es grande el tiempo que paso en el taller. Cuando le comenté eso a Alejo, me dijo que no me preocupara porque el también repara autos. Ja ja ja ja ja ja Esa moto, moto, moto, terminara por aniquilar a mi pobre primo el Gato, ya con esta solo le queda una vida 
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