Madres sacrificadas 4: Karina guarda un secreto para no destruir a su familia
Fecha: 14/07/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... lamiendo, y lamiendo, saboreando los fluidos de su amada puta, quería estar entre sus piernas cuando ella acabara. Al rato sintió que Karina le apretaba la muñeca con más fuerza, casi dañándolo. Entonces comenzó a retorcerse de nuevo, apretándole la cabeza con los muslos, gritando como la puta que estaba convencida que era, arrancándole el pelo para que él sienta un poco del dolor que ella sentía por dentro. Luego escucharon el ruido de la puerta principal, y él corrió a su cuarto. Durante la cena se sintió la peor del mundo. Martín estaba muy alegre sin tener la menor idea de nada. Por momentos lo odiaba, porque esa poca intuición suya era en parte la culpable de lo que había pasado. Javier, en cambio, estaba exageradamente de buen humor, seguramente en su intento de actuar normal después de haber traicionado a su amigo, terminaba sobreactuando. Por debajo de la mesa le acariciaba la pierna, y en la cocina, cuando llevó los platos que había usado, mientras ella ya empezaba a lavar las ollas, le pellizcó el culo, y le susurró al oído “te quiero putita” La noche se hizo larga porque, como era la última, Martín quería festejar con mucha bebida. Pero ella se disculpó diciendo que mañana debía madrugar. A las dos de la mañana todos se fueron a la cama. Javier se sentía culpable por lo que hizo, pero no estaba arrepentido, siempre que pudiera se cogería a Karina, por eso debía volver a San Luis cuanto antes. Dicen que pueblo chico infierno grande, se decía, pero en la ...
... aglomeración de la ciudad también hay mil infiernos y miles de demonios. Debía alejarse de ahí cuanto antes, la ciudad lo convertía en mala persona. Le costó dormir porque del cuarto de sus amigos llegaron los gemidos que él tanto conocía. Karina busca redención en la pija de su marido, se dijo riendo. Recién pasando las tres de la mañana logró conciliar el sueño. Pero algo lo despertó enseguida. Estaba todavía medio dormido, así que no entendía bien qué pasaba. Sentía su pene duro. Creyó que estuvo soñando algo erótico y por eso la erección. Pero no era sólo eso, algo estaba estimulando su miembro. Se frotó los ojos y cuando se desperezó percibió como se la estaban mamando, y en medio de la oscuridad, vio la silueta femenina hamacándose levemente cada vez que se llevaba el falo a la boca. — Ka… — casi dijo el nombre de su amante, pero encendió la lámpara de la mesita de luz. — Por fin te despertaste Javi, vine a despedirte. — Dijo Mariela interrumpiendo un instante la mamada, para luego seguir. A Javier le costó un rato entender si estaba soñando o realmente estaba despierto. Cuando se convenció de que estaba cumpliendo la ridícula fantasía de cogerse a madre e hija, ya había estallado en un orgasmo, acabando en la boca de la adolescente. — ¿te gustó? — le preguntó una vez que había escupido el semen a un costado. — Me encantó, pendeja demente. — le dijo él. Karina se había levantado para ir al baño. Cuando salió, escuchó el ruido que venía de la habitación de huéspedes. Pensó que era ...