1. Yago (VII): Una tentación irresistible


    Fecha: 08/11/2017, Categorías: Gays Grandes Relatos, Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... hipnotizado. La luz de la luna, que entraba por un ventanuco, iluminaba su cuerpo, a pesar del incipiente vendaval... y Nandillo volvió a sentir frío. Se tumbó a su lado y se abrazó a él, buscando su calor; y poco a poco, terminó bajo su manta y bien pegadito. Le encantaba esa sensación. Según avanzaba la noche, el deseo de Nandillo iba en aumento; y su atrevimiento le permitía correr ciertos riegos. Había empezado a tocarle; metiéndole la mano bajo la camisa... pero, más que nada, porque no era capaz de controlar su deseo. Y claro, Yago, que llevaba durmiendo ya un buen rato, percibió la frialdad de su mano. Quizá, porque todavía estaba algo dolorido, y no tenía cuerpo para nada, decidió no darle importancia. Sin embargo, si quería ver hasta donde era capaz de llegar. El chico olía a limpio, y no le importaba que se calentara pegándose a él todo lo que quisiera. Realmente, estaba empezando a hacer frío. De repente se dio la vuelta y le abrazó; y Nandillo se vio envuelto entre sus brazos. - ¡Mmmmmm!, ¡que placer!. ¡Que calentito está!, pensó Nandillo… Se acurrucó bien y se dio la vuelta, dándole el culo… Yago, le recibió entre sus brazos, de nuevo; y se adaptó a la nueva postura… ... pero notó la inquietud de ese culo buscando acomodo. Se dio cuenta de que el chico estaba desnudo; porque, pusiera sus manos donde las pusiera, siempre sentía la frialdad de su piel. Y esto le fue despabilando, poco a poco. Esperó atentó sus movimientos, ya que no dejaba de buscar una mejor ...
    ... postura; y observó, que desde hacía un rato, tenía el rabo descansando entre sus nalgas. El chico le acercaba el culo para sentir su bulto; y a veces tenía la impresión de que quisiera tenerlo dentro. De repente, sintió su mano fría dentro del calzón; y decidido, le echó mano al culo. Nandillo, se sobresaltó; y miró hacia atrás. - ¿Estáis despierto? - ¡Uhumm!… desde hace rato. ¿Porqué lo preguntáis? - Es que tengo frío; y me he pegado mucho a vos. ¿Os molesta? - ¡No!, estate tranquilo. Yago empezó a acariciarle entre las nalgas; concretamente, a hurgarle con un dedo en el ojete. Y Nandillo se pegó mucho más a él. - ¡Mmmm!… ¿os molesta? Yago, no le contestó; solo empezó a morderle una oreja, mientras se bajaba el calzón y le dejaba el rabo entra las nalgas, bien calentito. -¿Estás a gusto?… … ¿se te pasa el frío? -¡Si señor!. Yago empezó a meterle un dedo en el culo; y vio que entraba sin dificultad... - ¡Ay!, que gusto señor... A ver, date la vuelta… Nandillo, se puso muy contento. Sabía que ya lo había conseguido. Se metió bajo la manta y se colocó con la cabeza entre las piernas de Yago; que ya se había quitado el calzón y permitía que el chico pudiera disfrutar de él, sin ningún impedimento. Por su parte, el chico completamente desnudo se abandonó entre sus manos. Y allí, bajo esa manta, casi a oscuras y a las tres de la mañana; con un frío que pela y una ventolera de espanto. Los dos se pusieron manos a la obra. Después de gozar de sus respectivos encantos, y demás… Yago le ...