1. TODO ES EVENTUAL: La Casa De Los Fenómenos


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Gays Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues

    ... silla de mimbre. Ya estaba duro porque él mismo se estaba tocando, como siempre medio veía hacía mí y ahora tenía la mirada fija hacía la ventana. Me hice el ancho del short por donde va mi pierna izquierda, también hice a un lado mi ropa interior. Le cojo la verga a tío Juan, y sentándome encima de él con una mano me aferro al cuello y con la otra le guío su dura verga. Me voy sentado lento, y cuando ya me iba pasando toda, cojo el impulso, subo y bajo de nuevo. Como estaba muy húmedo y baboso, toda su verga resbalaba en mi hueco, yo le apretaba y aferrándome fuerte a su cuello contra todo su pecho me pegaba. Gemía en su oído, olía su sudor de hombre, sentía como su verga palpitaba dentro de mí. Yo estaba de espalda hacía la puerta de la habitación, de frente tenía la ventana, y por ella podía ver un poco hacia el patio. A lo lejos veía que mi abuela estaba con José cerca del árbol de aguacate, le empujaba a que subiera. Yo dándome sentadas sin parar encima de tío Juan, mi sexo se dilataba y ya a puntico estaba por correrme. El jadeando cerca mi oído, yo apretándome duro, mi abuela logrando que José subiera a la mata, me desconcentraba. Tratando de ver cómo me enterraba el trozo de carne de tío Juan, me ahínco y más rápido me golpeaba con su pelvis. De nuevo subí la mirada y miré hacía al patío. Ya no veía a José, solo a abuela, ella con un palo largo de caña, veía hacía arriba y según su expresión buscaba tumbar algo… “Será aguacates” Me atrincó muy fuerte, sentí toda ...
    ... virilidad templada dentro de mí. — Ah, ah, ah… —jadeaba yo. Aquello se expandía, y chorros de blanco me inundaba adentro, en el oscuro de la habitación. — Ay, ay, ay… Miraba por la ventana, lo que abuela buscaba tumbar cayó. —gmmm, gmmm, gmmm… —sollozaba. Las lágrimas corrían en su espalda negra, José yacía en el suelo, abuela lo miraba y no atendía como mi primo se temblaba. Lloraba por José, abuela lo ha logrado. En la tierra que vivía, era una tierra muy humedad donde mucho café se daba. La tarde que llevaron el cuerpo de José a la casa, ya habían varias personas dando el consuelo a abuela, que bien lloraba y se lamentaba, tapando su rostro, obligando a sus ojos lagrimar y ponerse rojos. Yo sabía que mentía, pero hasta qué punto era capaz de yo señalarla “¿O caso yo quise a José?” Bajé hacía al rio, me solté el pantalón y bajándolo hasta los tobillos, me agacho y lavo mi sexo extraño con el agua fría, era bastante leche que me salía, también con mi propia humedad babosa. Sin haberme dado cuenta, Rubiro me estaba viendo lavar, apareció como un espanto del otro lado de la orilla del rio. — ¿Qué haces? —preguntó. Nada. — Bajate el pantalón— me indicó y en eso ya venía cruzando el rio. Abuela me dice que nunca lo haga delante de lo demás. — Ella no está aquí, haceme caso a mí. Notaba que su pantalón estaba encapado, se tocaba hacía abajo y suponía yo que era su verga parada. Estaba triste por lo que ha pasado con José, pero no por ello, no dejaba de sentir animo en mi sexo, sobre ...
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