1. Mi nacimiento y evolución en el sexo II


    Fecha: 26/08/2019, Categorías: Incesto Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues

    Las madres también pueden ser sensuales y ardientes, y no digamos las hermanas cuando están comenzando a descubrir el sexo. Al año siguiente Juan iba a ir a un Colegio de Madrid ya que al siguiente teníamos el curso de Preuniversitario (era el curso necesario de aprobar para poder entrar en la Universidad) y decían que en ese Colegio el nivel de preparación y aprobados era muy alto. El verano antes de que él fuese al nuevo Colegio, salíamos juntos casi todos los días. Algunos días venía a mi casa a la piscina y otros iba yo a su casa que también tenía piscina. Cuando estábamos en mi casa coincidíamos a veces con mi hermana y sus amigas (sobre todo recordando lo sucedido y que estábamos deseando volviese a suceder), así que nos pasábamos el tiempo mirándoles e intentando jugar con ellas en el agua, deslizándose alguna mano como que no pasaba nada, y como consecuencia luego Juan y yo nos pajeábamos, a veces cada uno con la suya y otras veces el uno al otro comentando lo sucedido. Un día que fui a casa de Juan para pegarnos un baño en la piscina, me abrió su madre, llevaba un bikini enano, sus tetas asomaban por el sujetador viéndose parte de sus areolas, y adivinando sus pezones que se marcaban en la ropa. Sus piernas, esculturales, subiendo hasta su culito en el que llevaba un tanga que por detrás era como un hilo. Me quedé sobresaltado y tras decirle buenas tardes le pregunté por Juan. Ella me dijo que no estaba, que había tenido que salir a casa de sus abuelos porque ...
    ... necesitaban que les echase una mano, pero que en una hora o un poco mas estaría de vuelta. Hice ademán de darme la vuelta y marcharme, pero me dijo que me quedara y le esperara, que si quería fuese a la piscina que ella también iba. Acepté su propuesta y le seguí hacia la piscina. No quitaba mis ojos de su culo, redondo, terso y se adivinaba duro. El movimiento de sus caderas hacía que mi me mente volase y mi excitación subiese. No podía controlarlo y mi polla comenzaba a endurecerse, ¿Qué iba a hacer?, no podía disimularlo. Llegamos al jardín, ella se echó de espaldas en una tumbona y abrió las piernas para tomar el sol. Mis ojos se quedaron fijos en su bikini, soñando con la vulva que se ocultaba tras ese trozo de tela. Ella me vio y me sonrió, pero no movió las piernas. - ¿Raúl podrías darme crema solar?, yo por la espalda no puedo hacerlo bien. Nuevo mazazo, mi polla aún mas excitada, se notaba en mi pantalón. Ella volvió a hablar: - Vas a pasar calor, quítate la ropa y quédate en bañador, así estarás más cómodo. (todo eso dirigiendo su mirada a mi paquete, que ya empezaba destacar). ¡Trágame tierra! , me di la vuelta, me quité la camiseta que llevaba y me baje el pantalón quedándome en bañador, menos mal que era holgado porque sino me hubiera muerto de vergüenza. Me giré y me dirigí hacia ella, se había dado la vuelta y ahí la tenía, a mi disposición, con todo su cuerpo casi desnudo, porque como había comentado, su culo solo llevaba un hilo de tela que lo dejaba todo al aire y ...
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