Mi fantasia sissy pt1 - Relatos Eróticos

Mi fantasia sissy pt1

... hombre. Los lamí completos, los dejes completamente limpios. Pasaba mi lengua entre sus dedos, los chupaba, los besaba. De pronto me daba pataditas en la cara, primero despacio y cada vez más fuerte. Luego tomo mi pelo con una mano y me jalo hacia su entrepierna. No pude resistir, comencé a frotar mi cara contra su bulto sobre su short, a respirar profundo ese rico aroma de hombre. El no soltaba mi cabello. En una de esas me separo mi cabeza bruscamente de su entrepierna, me escupió en la cara y me soltó una cachetada.
-	¿Eso te gusta puto?
-	Si papi, pégame más, escúpeme más.
Y así lo hizo, sin soltarme el cabello me dio mas cachetadas y me escupía más en mi cara, todo esto mientras seguía tocándome bajo sus órdenes. Luego se puso de pie y se desnudo completo. Comprobé que tenia una verga bastante grandecita (aproximadamente de 18 cm, gruesa y depilada). De un jalón de pelo restregó mi cara en sus huevos, en su verga, y me daba golpes con ella. Me hizo sacar la lengua y me restregaba en toda su entrepierna. Me soltó después de un rato y me metió su verga en la boca, primero despacio pero cada vez un poco mas profundo. Sentía arcadas cuando trataba de llegar a mi garganta, y comenzaba a caerse mi saliva combinada con sus líquidos. Sacaba su verga de mi boca y la pasaba sobre mi cara. Estaba completamente empapado.
Después de un rato se sentó, y me pregunto
-	¿Te gusta pendeja? ¿Te gusta ser utilizada así?
-	Si papi, me encanta, nunca había estado tan excitada. Me exita ...

... como me habla, como me trata, Solo quiero que se satisfaga conmigo.
-	¿Alguna vez te han metido la verga en tu culo?
-	No papi, nunca, solo yo misma me he metido mis dedos.
-	Perfecto, un culito virgen. Te advierto que te va a doler, no es que me importe si te duele o no, pero te aviso para que te prepares. Si te duele, más excitante será para mí.
-	No importa papi, cógeme fuerte, como quieras, espero que me duela, si eso te exita lastímame, quiero satisfacerte entregándote mi dolor. – No podía creer lo que estaba diciendo, pero era verdad. Estaba en un punto donde no me importaba que me duela. Al contrario, si había dolor, más entregada y putita me iba a sentir.
-	Ponte en cuatro patas en la cama, como la perra que eres. Levántate la falda y ábrete las nalgas. Y quiero que gimas y me supliques que te la meta.
-	Si papi – obedecí – Cógeme papi, este culito es tuyo, úsalo y satisfácete, cógeme como quieras, lastímame si quieres. – Ya no soportaba, me abría las nalgas, me metía un dedo, lo sacaba y lo metía en la boca, haciendo muecas de placer y gimiendo.
Lo siento acomodarse detrás de mí, siento como pasa su verga por mi ano, le da golpecitos con su cabeza. Luego siento que escupe en mi ano y empiezo a sentir presión en él. Me la mete suave pero firme, siento como se va abriendo paso dentro de mí. Duele, bastantito, pero la excitación y la determinación de cumplir mis fantasías pueden más. 
-	Papi, me duele – digo gimiendo – esta muy grande tu verga, me lastimas, pero ...