1. Mi primo Enrique (parte 1)


    Fecha: 16/11/2017, Categorías: Gays Autor: aidan, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando mi tía me llamó a principios de septiembre para confirmarme que su hijo, mi primo Enrique, vendría a vivir conmigo a la capital, sólo pensé en el fastidio que me iba a producir. No pude negarme, claro: el piso en que vivo es de mis tíos, que me lo han cedido mientras estudio en la universidad. Enrique estudiaría este curso en un colegio privado que le habían buscado. Bueno, me presento. Me llamo Miguel, estudio - más o menos - informática, practico deporte y salgo con los compañeros y compañeras. Tengo un "amigo especial" o novio, vaya, que se llama Sergio, es de mi edad y está en la Academia Militar. Sergio es atlético, moreno como yo, tiene algo de vello (yo no) y lleva el pelo casi rapado. Mis tíos acompañaron a Enrique el día previsto. Hacía tiempo que no le veía, y a su edad los chicos cambian muy aprisa. Yo le recordaba como un crío y me encontré con un chico guapísimo, sonriente, de ojos claros, y algo cohibido por la situación, que no parecía deseoso de separarse de su familia. Enseguida recuperó la confianza. Él se quedaría a comer en el colegio y vendría cada día a casa a media tarde, más o menos a la misma hora que yo. El piso tiene sólo dos habitaciones y Enrique ocupó la más pequeña, que estaba vacía. Al día siguiente me quedé en casa al mediodía y vino Sergio. Ambos estábamos muy calientes y después de morrearnos unos minutos nos desnudamos y fuimos a la cama. Estuve chupándole la polla un buen rato hasta que la tuvo durísima. Luego Sergio me lamió el ...
    ... culo hasta que me puso a cien y le rogué que me follara. Tanto Sergio como yo somos versátiles y intercambiamos los papeles sexuales. Después de un buen rato de culearme, Sergio sacó la verga chorreante de mi ano y me ofreció el suyo, velludo y palpitante. Apoyé sus piernas en mis hombros y empujé mi glande sintiendo la presión del esfínter de mi amigo. Me encanta el ano de Sergio. Es oscuro y firme, y cuando lo penetro me aprieta la polla de una forma deliciosa. Absorbido por el placer, casi no oí un ligerísimo ruido y ni me fijé en que Sergio, mientras suspiraba con los ojos entrecerrados, dirigía una mirada brevísima hacia la puerta de la habitación, a mi espalda. Me movía con velocidad frenética y en pocos momentos solté chorros de semen en el interior de mi amigo, quien a su vez se corrió entre gemidos, alcanzándome el pecho con su esperma. Ambos lo recogimos con nuestros dedos y nos lo metimos en las bocas, que luego juntamos con fruición. Cuando nos tumbamos y mientras fumaba un cigarrillo, Sergio me susurró: - ¿Sabes? Ha entrado tu primo. Y por cierto, está buenísimo. Me sobresalté. - ¿Cuándo? ¿Mientras follábamos? ¿Nos ha visto? - Pues claro ... y se ha quedado mirando. - Joder, tío, qué corte. No es que me molestara tener espectadores. Al contrario. Pero pensé si iba a armar un escándalo, si se lo contaría a sus padres, vamos. Sergio me tranquilizó. - Pues parecía muy interesado. Creo que incluso se ha tocado el paquete. Decidí averiguarlo por la noche, cuando Sergio ...
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