1. Mi primo Enrique (parte 1)


    Fecha: 16/11/2017, Categorías: Gays Autor: aidan, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer increíble me invadió, partiendo de mi polla, para electrizar todo mi cuerpo, y lancé todo mi semen, en chorros que me parecieron interminables, llenando el interior de Enrique, casi hasta perder la conciencia. Noté que Enrique eyaculaba también sobre la sábana. Luego, sin salir de su culo, me pegué completamente a su piel dulce y tibia, y me adormecí. Era sábado y no nos despertamos hasta bien entrada la mañana. Cuando recuperé mis sentidos noté que mi polla volvía a crecer dentro del culo de Enrique. Sin sacarla, le di la vuelta y le desperté con un beso largo y profundo. Enrique me dedicó sus primeras palabras: - Sensacional, Miguel, no puedes imaginártelo ... y continuó - Sigue dentro de mí, sigue ... cómo noto tu polla ... y se desperezaba, lentamente, mientras yo recorría su cuerpo con mis manos, mordisqueaba sus pezones, invadía su boca con mi lengua ... y todo sin dejar de encularle, sin abandonar su trasero ajustado, excitante. Ahora sí lo hice durar, no sé cuánto, pues me sentía fuera del tiempo y de la realidad, en la penumbra de la habitación por la que se filtraba la luz de la mañana, mientras ambos nos retorcíamos hasta el delirio y volvíamos a soltar nuestra leche, entre besos y gemidos. El resto del fin de semana fue de lo más formal. Mis tíos, los padres de Enrique, vinieron a visitarnos para ver cómo estaba el muchacho. Por cierto que quedaron muy satisfechos: lo encontraron alegre, bien adaptado ... En un momento en que los dejamos en el salón y ...
    ... Enrique y yo estábamos en la cocina, le introduje la mano en el pantalón para toquetearle el culo y le presioné el ojete con uno de mis dedos, mientras lo morreaba y le decía a continuación: - Estoy deseando poder apoderarme de este culito Enrique me llenó de satisfacción al contestarme: - Es tuyo, ya lo sabes. Espera tu polla. Le hundí todo el dedo, lo saqué y se lo metí en la boca. Luego me acomodé el paquete para que no se notara el bulto antes de volver ambos al salón. A partir de aquella noche, y de eso hace una semana, he follado a Enrique varias veces cada día. Ninguno de los dos nos cansamos y aprovechamos cualquier ocasión. Cuando Enrique vuelve por la tarde, y lo oigo entrar, no más cerrar la puerta lo apoyo contra el mueble del recibidor, le bajo los pantalones y el slip y le doy por el culo un buen rato, y me corro si me viene en gana; cuando me canso, se la saco y le digo: - Venga, a estudiar. En cualquier momento en que estamos juntos y la verga se me pone dura - y eso ocurre muy pronto - sé que tengo su culo a mi disposición. A veces, como variante, lo follo por la boca - sobre todo a la hora del desayuno, para mezclar mi leche con la que él está tomando - pero generalmente prefiero encularlo. No tengo ni que decírselo. Cuando me ve excitado él mismo pone el culo, tanto si está estudiando como escuchando música o cenando, e incluso un par de veces le he dado por el culo en la ducha. He recordado que la semana próxima vuelve Sergio. Cuando se lo digo a Enrique me ...
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