Dario, el de rugby - Relatos Eróticos

Dario, el de rugby

... acabaron, entre con ella y nos lo montamos en las duchas". Soltó una carcajada alta mientras pegó un golpe fuerte en la mesa que la hizo vibrar. Ahora mismo, Dario parecía un toro. La imagen de el tirándose a una chica en las duchas me calentó mucho. Menos mal que estabamos sentados...

La conversación siguió por ese tema, y parece que el iba muy bien en el tema de las mujeres.  Poco después, se fué al baño a mear con Esteban y respiré un poco, intentando calmare. Joder, los tíos no me solían poner tanto pero alomejor era el alcohol o la testosterona que parecía tener el chaval. Mientras tanto, Marcos se jiró y se puso a hablar conmigo. "Cuidado con ese chaval Dario, Le ha roto la nariz a un par de chavales por llevarle la contraria". Supongo que me lo dijo para que no discutirá con el, pero en el fondo solo me calentó más, y no sabía porque. Porque me ponía tanto este tío? 

Enseguida que volvieron, mucho empezaron a despedirse, que er de esperar porque ya eran la una. Nos quedamos unos siete, y la noche siguió así. Cads vez que me tomaba otro trago, la noche pasaba más rápido. Después de un rato, Marcos acabó hablando con una chica y Dario con otra. Marcos volvió sin resultados pero seguía con ánimo. Nos contó que a la chica no le iban los chicos y cuando acabó de explicarnoslo y nos jiramos a ver a Dario, el estaba liandose con la chica en una esquina del bar. Pero a estas horas, era demasiado tarde para que le importas a nadie. Pero a mi si que me afectó. Fué solo ...

... verle y me volvió la ereccion. No podía contenerme.

 Tenía una espalda enorme y la tenía agarrada por las piernas sin dificultad alguna. Le agarraba de los muslos y ella parecía disfrutarlo. Después de eso pasó a besarle el cuello y creo que hasta la oí gemir. Se jiro con ella aún en brazos, solo para darle un poco de emoción, y en ese movimiento, me vio, mirándole fijamente. Aparté la mirada en cuanto me vió, pero ya era tarde. La cara se me volvió roja, pero finjí que no había pasado, alomejor el haría lo mismo. 

Cuando empezó a cerrar el bar, las amigas de la chica se la llevaron, diciendo que ya iba muy bebida. Lo cierto es que no metían. Y Dario volvió con nosotros, sin mencionar la mirada que le había hechado. Primero, los chicos le halagaron y hicieron bromas de que casi se habían puesto a follar en público. No era cierto, pero fue gracioso en ese momento. 

Salimos de camino a casa y Marcos y Dario nos despedimos del resto. Dario preguntó a Marcos, "Vivís lejos"? 

Marcos vivía a la vuelta de la esquina, yo, sin embargo, no. Yo vivía un poco más lejos y resultó ser muy cerca de donde vivía Dario, así que enseguida nos despedimos de Marcos y seguimos andando nosotros dos. No tardo mucho en decirme algo que me estremeció. "Sabes, Marcos nos ha dicho a todos que te van los tíos. Nos habló de ti hace tiempo y lo mencionó".

Era incómodo hablar de este tema pero l fi al me había acostumbrado. "Si, alguna vez he estado con un tío pero creo que me van más las tías. ...