Noches mágicas - Acto II - Relatos Eróticos

Noches mágicas - Acto II

ACTO II Al despertar la mañana siguiente, mi compañero había desaparecido. En la mesilla había una nota: “Sergio..., un número de teléfono, llámame cuando quieras”. Me quedé tumbado en la cama y comencé a repasar los hechos de la noche anterior. Podía percibir el calor y la dureza de la polla de Sergio en mi mano, la suavidad de su glande resbalando por mi lengua, su color rojo cereza, su sabor... pero sobretodo recordé el electrizante contacto de su lengua en mi culo, cómo poco a poco había ganado terreno dentro de él y, por fin, cómo su polla me había dilatado al máximo, había abierto el camino y me había penetrado hasta el fondo. Luego el suave balanceo de sus caderas, el choque de sus cojones contra los míos y el orgasmo más prolongado y profundo de toda mi vida, convulsionando todo mi cuerpo e invadiéndome de un éxtasis y un frenesí increíbles.Durante este recuerdo había cogido mi polla totalmente excitada y había estado subiendo y bajando el capuchón. Tan sólo el recuerdo de mi culo abierto y dilatado, expuesto para ser perforado, me había hecho llegar al orgasmo y correrme. Un chorro de esperma salto hacia mi vientre, varias convulsiones y un magnífico relax. Me volví a dormir. Pasé una semana algo confuso, entre el deseo y la duda. Deseo por la experiencia y por volver a repetirla, y duda por cuestiones morales y sociales. ¿Me estaría volviendo homosexual? ¿Eran normales estos deseos? ¿Me dejarían de gustar las mujeres? ¿Qué pasaría si Sergio hablara?...Al final pudo ...

... más el deseo que la duda. No en vano dicen que quien ha probado una polla en el culo, antes o después repite. Y yo quería repetir, ¡vaya si quería! Busqué en el cajón de la mesilla de noche el papel donde estaba el número de teléfono de Sergio y marqué:- ¿Sergio?- Sí, soy yo.- Hola, soy Raúl, ¿sabes quién?- Sí, claro que sí. Has tardado mucho en llamar- .¿Por qué lo dices?- espeté- Esperaba que lo hicieras antes. Estaba deseando verte.- Pues para eso llamo, ¿te apetece quedar esta noche?- Vale, tengo que hacer una gestión esta tarde, pero te espero en la puerta del “Lennon” a las nueve. Si no veo que me voy a retrasar, te aviso.- De acuerdo. Hasta luego.La cita hizo acelerar mi excitación y mi deseo. Tan solo eran las siete de la tarde. No quería masturbarme, así que me duché, me afeité y estuve lo más entretenido posible para no hacerlo.Llegué a la puerta del pub a las nueve menos cuarto. Estaba cerrado, no abrían hasta las diez. Sergio no había llegado aún, así que me metí en un bar, al lado, y esperé. A la hora señalada, salí, di un par de vueltas alrededor de la entrada, miré buscando a Sergio o su coche, pero nada. Y cuando me disponía a entrar de nuevo al bar, me abordó un joven de aspecto aniñado:- ¿Eres Raúl?- me dijo- Si - contesté.- Hola, me llamó René y soy amigo de Sergio; me ha llamado a casa y me ha pedido que venga a por ti, que se va a retrasar un rato.Le di la mano para saludarle y le invite a pasar al bar para tomar una cerveza.- No, mejor nos vamos a casa y ...