Carnaval de Barranquilla. Parte 2 - Relatos Eróticos

Carnaval de Barranquilla. Parte 2

... baño privado constaba de una ducha, un lavabo e un inodoro. Juan Camilo prendió la televisión y buscó un canal porno. Su elección fué un video de lesbianas rubias con tetas enormes.

Santiago, quitandose las zapatillas y el vaquero me dijo : "Amigo, vas a gozar como un cabrón ! Y luego nunca vas a olvidar los Barranquilleros !"  Me cogió de la cintura, me acercó a él y me besó. Sentí sus labios carnosos sobre los mios, su lengua penetrando en mi boca buscando mi lengua, su olor mezcla de suave sudor y de una colonia con mucho alcohol. Pero más que todo Santiago olía a puro macho. Sus manos agarraron mi culo y el machote dijo : "Mira Juan Camilo !... vaya culo duro... no está nada mal el cabroncito !". Me dí cuenta que estaba ante una fiera del sexo y me abandoné. Santiago me tiró a la cama y me quitó el vaquero. Quedé en boxer. Santiago me lo quitó, me cogió la polla y, con sus manos, la puso dura como hierro. El joven macho llevaba un slip blanco C K que apenas podía contener su enorme paquete. Al quitarse el slip, su polla salió disparada como por un resote. Su verga muy oscura, gruesa, media unos 21 o 22 centimetros, y estaba recorrida, en todo su largo, por una vena hinchada. Una herramienta verdaderamente fenomenal, totalmente sin pelo. Santiago se rasuraba el pelvis. Por primera vez ví sus dos bolas negras, enormes, colgantes.

Nada que ver con el tamaño del pene de su amigo Juan Camilo, que sin embargo me había impresionado en los baños del centro comercial. La ...

... polla de Santiago estaba mas ancha y mas larga. Me avanlancé sobre ese sexo negro para tragarne todo lo que podía, por lo menos ese glande morado y reluciente que parecía una golosina. Cuando la mamada había avanzado lo suficiente para él, Santiago me puso a cuatro patas sobre la cama, me dilató con sus dedos el trasero y con saliva me fué preparando. Cuando creyó llegado el momento el joven macho me penetró. Sentí su pollón en mi culo que reventaba mis entrañas, sus cojones golpeando ritmicamente mi culo. Fué sorprendido al notar que Santiago me había penetrado tan rapidamente y facimente, sin lubricante, unicamente con saliva. La única explicación para mi era que mi culo, ampliamente dilatado durante la noche pasada, non tenía un hueco con el diámetro habitual... Mi esfinter, ensanchado por tantos pollones durante toda una noche de lujuria anal, estaba listo en adelante para alojar visitantes entre lo más desarrollados...

Santiago me dió la orden de que me arrodillara sobre la cama y me abriera las nalgas. Yo lo hice con las manos, mostrandole el hoyo. Le pregunté si le gustaba mi ano. El machoite contestó : "Está divino ! ... y delicioso."  Le dije que quería entonces que me lo lamiera. Santiago separando mis nalgas acercó su cara a mi trasero y con su lengua empezó a lamer mi ano. Paró, y dirigiendose a su amigo : "Pruebelo Juan Camillo... està delicioso y muy estrecho, mejor de una concha de vieja ! Pruebelo, es muy limpio...". Juan Camilo se levantó y acercandose a mi ...