1. El albanil marroquí. (Primera parte)


    Fecha: 26/02/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... nevera de camping. Tambien tenía un pequeño armario, un hornillo para calientar sus platos. Sacó dos botellines de cerveza y nos pusimos a beber y hablar de todo un poco. Se hizo un porro y me ofreció fumar, cosa que acepté porque esos regalos no se desprecian... Cuando ya habiamos bebido un par de botellines entramos en materia... Le pregunté como aguantaba sin hacer nada todas las noches. Me dijo que llevaba ya dos semanas sin venir. Sacó una revistas de una caja y me dijo que las miraba y se masturbaba. Revistas porno, claro... y lo que me estraño fué que algunas estaban gay. Tomé una y comenté : "Me gustan mucho ese tipo de revistas..." El se dió cuenta que me había empalmado. Me dijo : "No te cortes, a mi tambien me pasa lo mismo..." No podía quitar la vista de su paquete y aunque fuera de reojo, noté que aquel bulto no hacía sino crecer ! Le dije : "Oye, Kacem, por mi no te prives, si quieres, hazte una paja !".
    
    Kacem me miró, dudando, pero finalmente se abrió la bragueta y... aparició un pollón realmente descomunal, como de 22 o 23 centimetros de largo y gordiísimo, con un díametro que no bajaba, seguro, de los siete centimetros. Una verga morena, circoncisa, con un glande especialmente grande, hermosísimo. Me quedé embobado mirándolo. No podía dar crédito a mi ojos... 
    - "Ahora, entiendo porque no eres casado...", acerté a decir.
    - "Lo ves? es un problema, me cuesta un trabajo encontrar alguien con quien follar... De echo, hace más de dos meses, desde cuando ...
    ... llégué aqui, que no follo !..."
    - "Joder !, le dije, pues si que es tiempo !..."
    No podía dejar de mirar aquel prodigio de la naturaleza, mientras Kacem se la sobaba y se hacía una paja.
    - "No sabes lo que me gustaría : que la paja me la hiciera otra persona..." Y Kacem me miró con un punto de deseo. Yo miré otra vez su herramienta, con ese glande espléndido, rezumante ya de líquido preseminal. Las cervezas y la marihuana debían de estar haciendo efecto : puse mi mano sobre aquella maravilla. Tocarla fué una impresión inolvidable. Era como tocar la piel de un caballo, fuerte y suave a un tiempo. Su polla estaba caliente, muy caliente, y transmitía una sensación de potencia tremenda. Empecé a pajearla, primero con timidez, después ya con más familiaridad. Era una sensación gratísima sentir en la mano aquella bestia.
    
    - "Me permites verla más de cerca". Arrimé la lámpara de su sexo. "Realmente es imponente !" A unos escasos 20 centimetros, aquella era realmente enorme. Desde mi posición me llegaba a vaharadas el olor del pollón, y la mezcla de aquel perfume con los efluvos de la maría. Sin que mi mente diera la orden alguna, mi boca se acercó hasta el glande reluciente y comenzó a lamerlo. Kacem comenzó a gemir, y yo interpreté, no sin razón, como que le gustaba. El sabor de su glande era excitante, sabía a macho, a hombre joven, a precum... Me metí el glande en la boca : me la llenó entera praticamente... Que bien sabía !... Empezé a lamerle la verga por los lados : era una ...