El albanil marroquí. (Primera parte) - Relatos Eróticos

El albanil marroquí. (Primera parte)

... sensación distinta, peró también tan deliciosa... La lengueteé por todos lados. Estaba como hipnotizado por aquella prodigiosa herramienta, mi mente no quería entender lo que estaba haciendo, sólo me dejaba llevar por mis impulsos. Me fijé entonces en los huevos : eran grandes, ovalados, hermosos, casi sin vello, y no pude resistir a la tentación : empecé a lamerlos, luego a tragarlos enteros, uno por uno, y me encantó aquel sabor a macho.

Kacem estaba disfrutando de lo lindo, y me guió la cabeza de nuevo hasta su glande. Empecé a chupar como recordaba haberlo visto en los videos porno. Probé a meterme más parte de la polla, y con esfuerzo conseguí meterme en la boca casi 14 o 15 centimetros... pero la punta del pollón chocó con las amigdales, y pensé que no cabía más. Kacem dió un golpe de pelvis que casi me atrangata. Instintivamente ahueqé la garganta y, en el siguiente golpe de pelvis del joven marroquí el glande traspasó la campanilla y se adentró en mi garganta; otro golpe más, y aquella tranca se quedó encajada entera dentro de mi boca. Era como si me tuviera metido un pepino entero en la cavidad bucal ! Me estaba ahogando...

Kacem me retiró su polla. "No qiero correrme tan pronto", me dijo. Y mirandome a los ojos : "Sabes... me gustaría correrme entre las cachas de tu culo..." Yo pensé de inmediato en el tamaño de aquel falo descomunal, y terrorizado le dije : "Tengo miedo, Kacem... No piensas que me vas a partir en dos..."
- "No, me dijo, tranquilizándome, ...

... solo quiero frotarte el glande por la rajita... para que me corra como si fuera un coñito... Vale ?"  Kacem me colocó boca arriba, me abrió las piernas y me las puso sobre sus hombros. "Asi estarás más cómodo, papito... Ya, verás, como te va a gustar..." El joven marroquí se humedeció un dedo y me lo metió por el ojete del culo. Al principio le costó un poco, pero finalmente mi esfinter cedió. La verdad, aquel dedo metido me proporcionaba un gustito muy agradable. Kacem siguió metendo otro dedo humedecido, y después otro todavia !
- "Oye, Kacem, le dije, hace falta meter tantos dedos para refregar solo el glande ?..."
- "Si, mi querido papito, así es más facil, porque la polla y el culo están húmedos los dos, y se puede rozar con más gusto..." Poco después, Kacem situó su glande en la puerta de mi agujerito, y empezó a frotarlo.
- "Que rico... Te gustas ?... Que lindo culito tienes, papito..." El joven marroquí apretó un poco, y, parecia que el glande empezaba a entrar. Me dolió un poco, asi que me quejé.
- "No te preocupes, papito, me dijo, es solo un poco... para que goces más..." Luego, sin previo aviso, Kacem dió un poderoso golpe de pelvis, y media polla se me encajó dentro del culo. El dolor fué vivísimo. Dí un alarido.
- "Que haces, Kacem ?... me dijiste que no me ibas a follar ?..."
- "Es sólo un poquito... para que disfrutes más."
Yo me sentía como si me hubieran metido una barrena en el culo... Me dolía muchísimo, pero a la vez empezaba un placer que nunca había ...