El albañil marroqui. (Cuarta parte) - Relatos Eróticos

El albañil marroqui. (Cuarta parte)

... tenía la boca totalmente llena de la polla de su primo, y apenas pude emitir algún sonido nasal. El joven vió cómo yo tenía el pollón de su primo dentro de la boca, y parece que esa fue la señal que esperaba : empezó a meter con más fuerza el glande en el agujerito de mi culo, y algo enorme empezó a hacerse hueco allí dentro. Yo gemía sentiendo como su verga comenzaba a partirme en dos, y quise gritar, pero el otro macho me mantenía con la polla entera metida dentro de la boca, sujetándome por la nuca.

Los dos primos hablaron riendose, y yo me eché a temblar. Notaba como el glande horadaba mi ano, como aquella masa de carne, enorme, pugnaba para hacerse un hueco en mi recóndito agujero. Al ver que le costaba trabajo el joven decidió apretar más mi esfinter, y haciendo fuerza empezó un progresivo metisaca. Cuando su glande entraba, me sentía morir, para luego mejoraba algo cuando se retiraba. Pero después entraba más profundo aún, y yo me moria de dolor. Empecé a llorar por el dolor que me partía en dos, pero aquél joven no mostraba la más mínima conmiseración antes mis lágrimas, las lágrimas de un puto blanquito, como por cierto me consideraba.

El tío siguió metiendo poco a poco el vergajo que tenía entre las piernas, hasta que ya abierto como un canal noté que su vello púbico rozaba contra mis nalgas, y sus dos enormes cojones golpeaban sobre mis cachas. Entonces el joven empezó a bombear, y aquella inmensa manguera entraba y salia de mi culo con toda naturalidad. Mi ...

... esfinter en fin estaba dilatado al máximo, y cada vez que el falo penetraba hasta adentro yo veía las estrellas pero, por qué no decirlo, progresivamente fui sintiendo algo que no puede llamarse sino placer !...

El joven siguió follándome, pero yo ahora no lloraba, sino que chupaba con fuerza la tranca que tenía en la boca. - "Kacem nos lo había dicho ! Eres una gran maricona !... Mira, hermano, como culea para que lo folle más !...", comentó el joven. Tenía razón. Aún quedaba un atisbo de dolor en mi dolorida colita, cada vez que la bestia negra se adentraba en mi más íntimo agujero, una oleada de placer me invadía desde la raíz de los cabellos hasta la punta de los dedos de los pies. Culeé desesperadamente, queriendo que me follara más y más, cada vez más adentro, sintiendo cómo aquél joven macho me destrozaba cada vez que me metía su vergajo en el culo, y sus grandes cojones golpeaban ritmicamente en mi cachas.

Entretanto su primo mayor, que me follaba por la boca, empezó a gemir y, sin decir nada, se me corrió en la boca. Yo estaba tan salido con la follada de su primo que no me dí cuenta de que en mi lengua iba apareciendo un líquido pastoso, viscoso, calentito. Casi sin darme cuenta seguí chupando, tragándome aquella leche espesa y blanca. En ese momento una idea loca cruzó por mi mente ; y si les pidiera que me follaran ambos al mismo tiempo ?... Una doble penetración ! Nunca he sido follado por dos pollas a la vez. Cierto, con el tamaño descomunal de las vergas ...