1. Gemidos en la playa. - 1 -


    Fecha: 15/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... mismo locamente empujaba mis nalgas para que su pene entrase entero, y sus testículos se estrellasen contra los míos. Fue tan apasionada la follada que el joven no pudo resistir y mientras me agarraba fuertemente por la cintura, su polla explotó llenando mis intestinos de abundante semen. Nada más mi macho retirado, su compañero Julián, le dijp que tocaba a él follarme. A mi me dió otra vez un poco de miedo, pues la verdad es que ya cuando se la vi por primera vez, a su llegada a la cabaña, y aún sin erección, me había parecida tan grande, que ahora, después de mis mamadas, casi había doblado de grosor, alcanzando un tamaño increible. Julián me vió mi cara de asustado y me dijo que Enrique me había abierto bastante y que, con el semen de su amigo dentro, estaba ya bien lubricado y su pene entraría sin mucho esfuerzo. No sé sí me convenció, o el morbo deseoso que tenía, pues me puse de nuevo a cuatro patas, incliné mi cabeza apoyándola sobre mis brazos, y con mi trasero completamente erguido se lo ofrecí. Sólo pude sentir la cabeza de su miembro apoyarse en mi agujero, y de un solo golpe Julián me la metió hasta mi estómago. Por el dolor que me produjo grité tan fuerte que seguro que me escucharon desde muy lejos enterándose, en las otras cabañas, de que me follaban...
    
    Con la primera embestida y su pollón entero dentro de mí, Julián se quedó para que mi agujero tomase conciencia del tamaño y se relajase, mientras tanto sus manos me acariciaban la cintura, espalda y ...
    ... pezones. No sé sí alguien puede imaginar mis sensaciones. Yo disfrutaba de lo lindo con las caricias que me hacía en mis pezones, que parecía que crecían en volumen, y por otro lado sentía que tenía mis intestinos completamente ocupados por su pedazo de carne, y como éste, sin los movimientos de entrada y salida, se movía dentro de mí por las contracciones que hacía. Cuando menos me lo esperaba, Julián dejó mis pezones y agarrándome fuertemente por la cintura empezó a sacarla y meterla violentamente, produciéndome de nuevo dolor, pero algo menos intenso que antes. A pesar de todo le dejé que me poseyese, que me partiera el culo. Deseaba sentirme humiliado por aquel miembro viril y que hiciera con mi culo lo que quisiese.
    
    Después de un gran rato de bombeo, ya con mi agujero completamente relajado, sentía perfectamente como cada vez que me sacaba su polla mi esfinter anal se contraía un poco y luego sin ninguna resistencia la dejaba entrar de nuevo toda entera. Mientras tanto, Enrique se había puesto otra vez cachondo y me entroducía su maza de carne en la boca, chocando contra mi garganta por cada embestida que su amigo me daba en el culo. No sé cuanto tiempo me estuvieron follando así, pero mi trasero estaba que rugía de caliente hasta que el pollón de Julián explotó y me inundó de semen.
    
    Cuando ocurrió esto, eché mis brazos hacia atrás agarrando el machote por sus nalgas y apretándome fuertemente para sentir las palpitaciones de su pene dentro de mí, y su leche llenándome ...
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