Jarochos muy calientes. - 3 - - Relatos Eróticos

Jarochos muy calientes. - 3 -

... precisión, que el jugador debe primero meter una bola roja y después intentar meter en la tronera las bolas de otros colores, también cómo utilizar las bandas de goma, que en total había 21 bolas, y no sé qué... No entendí nada de nada ! Pero me encantaba escuchar a chicos hablando de ... "bolas" !...   

Les dejé jugar y fui a sentarme a disfrutar de mi cerveza. Después de tres chelas bebidas en la pizzería, esta cuarta provocaba lo que a menudo me pasa : el deseo irreprimible de ir a orinar. Pasé por el pasillo donde estaba el inodoro. Para mi sorpresa, el más joven de los chicos, me siguió los pasos para irse a orinar también... Me acerco al tazón, me abro el cierre y me vacio la vejiga. Mientras, estaba pensando : finalmente, aunque no estuviera planeado, chupar los miembros de tres jovenes especimenes jarochos, antes de irme a la terminal, no sería tan mala idea... Tendría así una visión de conjunto de los tamaños y sabores de las herramientas de los machos del puerto...

El joven chico está detrás de mí. Cuando me doy la vuelta, veo que ha abierto su bragueta y sacado su miembro. Tiene una polla hermosa, bien erecta, con el glande rosado, descubierto. Sé qué decir para complacerle :
- "Joder ! Hombre, marcas una buena polla !... Cuantas chicas te has follado con semejante herramienta ?!!..."
El joven sonrió, satisfecho y orgulloso. La juventud es así, les gusta que les adoren.
- "Bueno, tampoco es para tanto...", dijo con cierta falsa modestia.
- "No sé, pero ...

... desde luego parece grande, yo diría que parece más grande de la de muchos chicos de tu edad..."
Él seguía entre tímido y orgulloso, y decidí agarrarle el pedazo de polla fuera del pantalón, y se la palpé un poco. Él me miraba pero no decía nada.
- "Sí, yo creo que la tienes muy grande... y eso que no está dura del todo !..."
Me agaché frente a él y bajé sus jeans ante su mirada atonita. Cogí su polla de color cafecito, con dos bolas colgantes más oscuras. Cada vez su pene iba cogiendo más tamaño, y lo sopese entre mis manos. Le miré a los ojos, y le guiñé un ojo. Acerqué mi cabeza a su polla y lamí suave su glande. No quería ir muy de prisa, para no excitarlo demasiado. Él seguí inmovil, mirándome. Y yo fuí metiendo su polla en mi boca, que, al notar el calor de mi lengua y mi paladar, se ha puesto completamente dura en unos segundos. La saqué de mi boca y mirándolo le dije :
- "Joder ! sí que es grande !... y que sabor rico tiene..."
Él sujetandola de la base la meneaba con orgullo. La verdad es que era grande, de unos 16 o 17 centímetros de largo, y viéndola recubierta de mi saliva parecía aún más apetitosa. El chico se dió un par de meneos y me soltó de pronto :
- "Dejate de chorradas y chúpamela de una puta vez, que te mueres de ganas !"
Me quedé un poco sorprendido con la reacción : hasta ahora parecía tan tímido, y en cuanto se le ha puesto dura se ha convertido en todo un dominador !  Justo como me gustan los machitos, en verdad !
Así que como ordenó, me la metí ...