Inicio de una nueva aventura - Relatos Eróticos

Inicio de una nueva aventura

... dejándolos solos, Ale se quitó el short y blusa y se puso únicamente su bata de baño sin nada abajo, me preguntó si había notado que Hugo la traía parada, me reí y le conteste que no, además lo sacamos del motel como quieres que este, ella respondió que él no había llegado así a casa, que se le había parado después que las vio a ellas, pues a ver qué pasa ahora conteste yo, me dijo vente vamos a la recamara ya paso suficiente tiempo, cuando entramos Liz seguía recostada boca arriba sobre la cama haciéndose que estaba entre dormida y borracha y Hugo sentado igual sobre la cama a la altura de la cintura de Liz tocando o más bien acariciando su rajita… ¡habíamos triunfado! Ale le dijo en tono muy serio, pero ¿qué estás haciendo? Si ya terminaste de secarla tápala, ¿la estabas tocando? Él desde que nos vio o más bien cuando escucho a Ale comenzar a decir todo eso rápidamente puso la toalla sobre Liz, jalándola de golpe, inclusive casi no le cubrió nada, respondió muy nervioso y rojo de la vergüenza que no, que solo terminaba de secarla, yo intervine para calmar la situación invitando a Hugo a la cocina, le dije que aun tenia cervezas, vodka y algo de tequila, contesto que no, que por esa noche ya había tenido bastante y me pidió un café, ya con la situación calmada comenzamos a platicar sobre esa noche, lo tarde que era y en fin nada realmente importante, unos momentos después entro Ale a la cocina, nos dijo que Liz ya se había dormido y que estaba bien, que ya no nos ...

... preocupáramos, le pregunto a Hugo si volvería con su novia, él se rio y dijo que ya era muy tarde para eso, entonces quédate aquí con nosotros, le dije yo, como dices ya es tarde para que te regreses, igual y en la mañana mis papas traen menudo del que hace mi tía, desayunan y si quieren ya se regresan o vemos que hacemos aquí, Ale dijo que le parecía buena idea, y que mientras nos acompañaría con una taza de café, estábamos sentados en los bancos altos de la cocina platicando muy a gusto los tres, y yo notaba en Ale movimientos y ademanes extraños, Hugo estaba sentado en una orilla y yo a su lado, así que ya con Ale ahí yo quede en medio y no podía verla muy bien, pues resulta que hacía esos movimientos para que “sin querer” se abriera de poco a poco su bata y dejar ver que debajo no llevaba absolutamente nada, obviamente Hugo lo noto y disimuladamente la veía Cuando la plática comenzaba a agotarse y se acercaba el momento que tendríamos que ir a dormir Ale hizo una expresión de sorpresa, y le dijo a Hugo, me estás viendo las bubis? Cerrando su bata bien, yo me reí y él le contestó, no pero como crees, ella le dijo, claro que si, te acabo de descubrir, yo seguía riéndome, entonces Ale continuo, y tú de que te ríes si bien que también me ves, no me digas que nunca le has contado, si ustedes se cuentan y alcahuetean todo, ahora el que reía era Hugo, no me ha contado nada de eso, en serio, pero a ver tu cuéntame, pues nada contesto Ale, que a tu primo igual que a ti le gusta ver desnuda y ...