1. MATEO V FINAL


    Fecha: 05/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Dicen que la muerte no es más que una ilusión… nos volveremos a ver si vale la pena, si estamos dispuestos a encontrarnos. Luca se veía muy sensual conduciendo. Esos brazos fuertes sosteniendo el volante y esa mirada seria y despreocupada despertaron en mí, emociones violentas que jamás había sentido antes. Me sentía raro y confundido, entonces queriendo romper el silencio, pregunté: —¿Estás enojado? —Para nada —dijo—. No puedo enojarme con vos. Me acerqué a él y recosté mi cabeza sobre sus piernas, él sonrió desde arriba y me acarició la mejilla. Sus dedos torpes pero suaves estaban tibios y fue en ese preciso momento en que descubrí que me pasaban cosas fuertes con él. Estaba seguro de que era amor, y completamente enamorado cerré los ojos y no pude evitar dormirme. Cuando desperté todo estaba oscuro y solo se podía escuchar a lo lejos, el sonido de algunos autos que pasaban a toda velocidad. Luca había decidido que no llegaríamos a casa de sus abuelos aún. Pasaríamos la noche dentro del auto en medio del campo, al resguardo de los árboles y la oscuridad de la noche. —Espero que tus abuelos no se enojen —dije algo preocupado. —Los llamé, no te preocupes. Les dije que pasaríamos la noche en casa de unos amigos que vivían en la zona. —¿Y por qué se te dio por pasar la noche en medio del campo, con tantos locos sueltos por ahí? —Pensé que sería divertido —respondió y me acercó un vaso con café que traía en un termo—. Hace frío pese a la calefacción, vamos a tener que dormir ...
    ... bien abrazados. —Por mí no hay problema —dije al momento que bebía el café con ganas. Luca se pasó al asiento de atrás y me hizo señas para que lo acompañara. Me senté en medio de sus piernas y me recosté sobre su torso. Él nos cubrió con una frazada y pronto dejamos de sentir frío. —Tus manos están muy frías —comentó Luca. —Sí, siempre están heladas y más en invierno. La ropa de invierno estaba en mi valija dentro del baúl del auto y no pensábamos movernos. Luca calentó mis manos frotándolas con las suyas y luego me abrazo con fuerza apretando su miembro contra mí trasero. Me giré y sin pensarlo comencé a tocarle el enorme bulto. Baje el cierre y saqué el pene fuera, el olor era intenso, llevaba caliente largo rato. Sus testículos hinchados pedían que los estrujen de placer. Mientras agarraba el tronco grueso y firme del pene, y lo deslizaba de arriba abajo descubriendo el glande húmedo, pregunté: —¿Qué es lo más loco que serías capaz de hacer por mí? —Cualquier cosa que me pidas —dijo, mientras gemía en voz baja. —Quiero que me cumplas una fantasía —dije, seguro de que no se negaría—. Y necesito que te lo tomes en serio. Me miró con curiosidad al momento que soltaba su verga y continué diciendo: —A partir de ahora somos dos desconocidos… Yo, soy un pobre chico que se quedó sin combustible y no tuvo más remedio que pasar la noche en medio del campo. Tu papel será el de un lugareño cualquiera que al pasar y descubrir a un pobre e indefenso chico decidió, que era la oportunidad ...
«1234...»